Jack Nicholson es una de los aficionados de los Lakers más reconocibles. Durante años y años era imposible no encontrarlo en su asiento en la primera fila del Staples Center. Allí ha vivido de primera mano los buenos momentos (los más) y los malos (los menos) de la franquicia angelina. Y muchos de los primeros han tenido como protagonista a Kobe Bryant, con el que a base de coincidir en un mismo espacio Nicholson acabó fraguando una buena amistad. A última hora de la tarde en el horario de Los Ángeles el actor de 82 años contestó a las preguntas de la CBS en una grabación telefónica donde se muestra triste, como no podía ser de otra manera, pero al mismo tiempo alegre recordando lo feliz que le hizo el ex jugador.

"Me siento igual que creo se debe sentir toda la ciudad de Los Ángeles. Donde pensamos que había una gran y sólida pared, ahora hay un enorme agujero. Estaba acostumbrado a ver y hablar con Kobe, así que esto es algo que te mata. Ha sido algo terrible", explicaba Nicholson. Un poco más adelante en la conversación cambiaba el tono para dejar un apunte alegre al recordar la primera vez que coincidió con él y la anécdota que quedó de aquello: "Fue en el Garden de Nueva York, le ofrecí un balón de baloncesto y le pregunté si quería que se la diera autografiara para él. Me miró como si estuviera loco", rememoraba entre risas. Entonces, un Kobe Bryant imberbe sin apenas trayectoria en la Liga no se dejó intimidar por la presencia de un tres veces ganador del Oscar y uno de los aficionados más insignes de la que era su nueva casa. 

Le vio tantas veces en directo que ya sabía si iba a encestar o no: "Mi asiento me quedaba justo detrás de él cuando tiraba desde su lado izquierdo. Sólo con verle levantarse ya sabía si el tiro iba a ir dentro". Al final de la conversación el actor acabó con un pensamiento que se ha repetido desde que se hizo oficial la noticia de su muerte: "Le tendremos siempre en nuestros pensamientos y le echaremos mucho de menos".