Los Spurs frenan su mala racha ganando a los Clippers de Kawhi

Los Spurs habían ganado uno de los últimos once partidos que habían disputado en la NBA. Un balance horrendo si conocemos su historia, ya que hablamos de la dinastía más importante de lo que llevamos de sigo XXI y que sigue conservando a su cabeza pensante: Gregg Popovich. Han caído a los bajos fondos de la Conferencia Oeste que tantos años han dominado como si pareciera fácil. Tocaba despertar y lo han hecho como cuando suena muy alto el despertador, con un respingo para espabilarse rápido: dejando sin respuesta al jugador cuya salida provocó parte del problema que ahora están pagando, Kawhi Leonard. 

El que fuera estrella de los Spurs y MVP de las Finales con ello y después con los Raptors, con quienes ganó el Anillo la temporada pasada después de provocar su salida de San Antonio un año antes, recibió los abucheos del público del AT&T Center y fue un buen ejemplo del equipo descentrado que se mostró en esta cita: 19+7+7, sí, pero con un 34% en los tiros. Paul George, que también jugó, terminó con 2/11 y Lou Williams, sustento como suplente, hizo 2/10. 

Se acusaba a algunos jugadores de los Spurs de no estar finos en defensa. Por ejemplo, a LaMarcus Aldridge. Ante uno de los más fieros de la Liga, Patrick Beverley, fue el momento de ver una versión mejorada a la hora de proteger el aro por parte de los texanos. Fue ésa, sin embargo, sólo una de las tres patas principales. Las otras dos, una circulación de balón en ataque muy difícil de digerir para el contrario y un fondo de armario más que digno. Olía a los Spurs que estamos acostumbrados a ver y terminó apestando, ya que ganaron a uno de los grandes candidatos al título. El resultado: 107-97. 

Durante el segundo y el tercer cuarto, sobre todo en éste último, los suplentes sacaron la cara por San Antonio y fundieron los plomos a unos Clippers que luego no pudieron recuperarse. Lyles y Pöltl dieron opciones dentro-fuera que hicieron sufrir a Harrell o Zubac. Ese estirón para ponerse diez arriba fue definitivo. El dejar que los jugadores de los Spurs lanzaran solos desde la línea exterior, también. 

Los Clippers se mostraron de nuevo irregulares y se quedan con un balance de 14-6, con cinco de esas seis derrotas como visitantes. Los Spurs, por contra, toman aire y se colocan con 7-13.