Laia Palau: "A veces me siento todavía como una cadete"
La base disputará el viernes su partido 295 con la Selección y lo hará con 40 años. Cuando debutó en la Liga Femenina, Maite Cazorla acababa de nacer (1997) y Paula Ginzo todavía no.
Laia Palau cumplió 40 años el 10 de septiembre y se convertirá en la primera que disputa un partido de la Selección con esta edad. Entre su debut (18/08/2002) y el encuentro de Francia del viernes han pasado 17 años y 294 partidos con España. "El baloncesto ha vivido en este tiempo una evolución brutal en todo: a nivel de juego, físico, de los medios que se destinan... El estatus que tenemos como jugadoras es mucho mayor, también porque nos lo hemos ganado con nuestra trayectoria, por haber conseguido tantas cosas. Se nota la repercusión: vamos a jugar un amistosos y las entradas están agotadas. Esto es gracias al trabajo de promoción de la FEB y también porque ofrecemos un producto de calidad".
En estos 18 veranos ha compartido Selección con 55 jugadoras. "Cuando debuté era la número 16. Tenía ya 22-23 años; no fui una niña prodigio. Entré porque tres jugadoras se lesionaron. Estar es muy importante, pero aprovechar las oportunidades más. Me sentí bastante acompañada. También tuve bastante suerte porque Nieves Anula, Ana Belén Álvaro, Betty Cebrián… habían jugado conmigo. Las seños, los pesos pesadas, me daban esa confianza".
Ahora ella intenta ser un apoyo para las nuevas. "Cuando eres joven no te da tiempo a asimilarlo todo, porque pasa muy deprisa o es tu primera vez. En muchos momentos me sigo sintiendo una cadete. Hay cosas que sigo sin controlar y pienso 'cómo te puede pasar esto con los años que llevas'. No se puede ser perfecto todo el rato".
Dos de las jugadoras en la lista de Mondelo (Paula Ginzo y Maite Cazorla) nacieron o no habían nacido el año en el que Palau se convirtió en profesional: 1997. "Qué locura. Rosó Buch me enseñó una foto de cuando tenía ocho o nueve años en la que le estoy firmando una camiseta. Me hacen mucha gracia estas cosas. Recuero a Marta (Xargay) y a Anna (Cruz) subir al primer equipo cuando eran júniors, cadetes… Muchas me dicen que yo era su ídolo y pienso: 'Madre mía, podría ser vuestra madre".
Anna Cruz dice que es "inmortal", pero Laia considera que ya ha comenzado su cuenta atrás. "Si estoy aquí es para ir al Preolímpico. Mi meta este año es ir a los Juegos", dice la base que ya se prepara para una vida post-baloncesto. "Entiendo el peaje que pagamos, pero el deporte te da otro tipo de regalos. Nos hemos acostumbrado a esta vida. No he tenido nunca fines de semana y eso es lo que me tiene más expectante. No me da miedo mi vida más allá... Hasta me hace un poquito de ilusión".