Los Rockets no contaban para su partido en Memphis con Russell Westbrook. Se había convenido previamente que no jugara, pero Tim MacMachon (ESPN) informó en la previa que hasta última hora no se sabría si el plan se llevaría a cabo por la penosa derrota del día anterior en Miami. No están para florituras, aunque el año pasado comenzaron peor y luego remontaron de forma fulgurante. Y no jugó el ex de los Thunder, se tomó el descanso deseado. Y les fue bien. 

Tocó ver al Harden omnipresente, el que hace de todo e intenta hacerlo también bonito. Los Grizzlies contaban con sus jugadores habituales, con Ja Morant empezando bien la temporada y con ganas de medirse también a un jugador que lleva cuatro años a nivel de MVP. Logró despistarle por momentos, pero pudo más la experiencia y calidad de un Harden que empieza a coger temperatura tras un comienzo igual de dubitativo que el de su equipo. 

Morant no es el único joven que quiere destacar en los nuevos Grizzlies de Taylor Jenkins. Dillon Brooks, que no es novato, es otro de ellos; ávido en defensa (aunque no pudo parar a Harden en el tiro que sentenció el partido), también quiere mostrar sus armas ofensivas y este encuentro lo terminó con 17 puntos. El titular Brandon Clarke y el suplente Bruno Caboclo también luchan por minutos. El ex-Fener Marko Guduric también empieza a ser un habitual en la rotación. Juventud, sí; falta de experiencia en los momentos decisivos, también. 

Se vio a unos Rockets en la misma línea que han mantenido estos años, con ataques no tan rápidos pero sí tirando mucho desde fuera. Claro, fueron el doble de triples que el rival (50 a 25), pero acertando diecisiete por sólo tres de los locales. Por ahí se fue una buena parte de las opciones: si no estás a su nivel, te machacan. 

Aguantaron lo que pudieron los de Memphis. En el tercer cuarto aterrizó la nave marciana de 'The Beard' y finiquitó casi por completo el enfrentamiento. Del 70-70 al 74-84, una maravilla: bandeja por la izquierda, mareo por la derecha, triple, asistencia para triple y tiros libres. El paquete completo. Los Grizzlies no volvieron a acercarse tanto. Pusieron a Crowder a defender a Harden y casi se enzarzan por un mal golpe, y después llegó el triple en caída previamente comentado ante la defensa de Brooks. Y poco más para llegar al 100-107 del final. 

Los Rockets sólo llevan un 4-3 de balance, aunque por lo menos se ven signos de mejoría. Los Grizzlies pueden ilusionar, pero sobre el papel es diferente: 1-5.