NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

MUNDIAL DE CHINA | FRANCIA 67 - AUSTRALIA 59

Australia está maldita; Francia repite el bronce mundial

Se derrumbó y desperdició quince puntos de diferencia (23-38) en la segunda parte y volvió a quedarse sin medalla. Un gran De Colo permitió a los de Collet repetir el metal de 2014.

PekínActualizado a
Australia está maldita; Francia repite el bronce mundial

Definitivamente, Australia está maldita. Los boomers se van de otro Mundial sin conseguir su primera medalla. Después de tenerlo a milímetros contra España, probablemente en ese tiro libre de Mills, desperdició quince puntos de ventaja en la segunda parte (llegó a ir 23-38) y se dejó cazar por Francia, que pasó medio partido pensando en las mariposas y como sin muchas ganas de estar allí, pero a quien alcanzó con el talento de De Colo para equilibrar el partido en un santiamén y luego rematarlo.

Lo de Australia en los dos primeros cuartos resultó admirable. Pese al revés que habían llevado de nuevo en la semifinal, parecieron rearmados. Ingles y Mills le encontraron las vueltas a Francia y Delladedova mordió en defensa a una Francia capaz sólo de hacer 21 puntos antes del descanso. El relato del partido resultó similar en el inicio del tercer cuarto. Y cuando Australia se marchó 23-38 ante el aparente pasotismo de Francia, nadie sospechó lo que iba a pasar cuando De Colo, 14 puntos en los dos últimos cuartos, se puso al mando de las operaciones. Collet encontró al equipo con Albicy, De Colo, Fournier, Batum y Gobert y los de Lemonis empezaron a derretirse al tiempo que se terminaba su energía.

Australia se marchó del Wukesong de puntillas y en silencio, igual que su ruidosa afición que no dejó de alentar hasta el final. Es difícil encontrar una explicación a la maldición de Australia, que ha llegado en múltiples ocasiones a semifinales de grandes torneos y continúa sin tener una medalla en Mundial y Juegos. Francia, por su parte, se va con una medalla que sabe extraña. Por un lado, le mantiene en el podio de 2014 lo que avala una manera de trabajar en la federación. Pero por otro, dejará siempre en el aire la interrogación de qué pasó por la cabeza de los franceses en la semifinal contra Argentina después de haber mandado a casa a Estados Unidos. Antes del viernes, Francia era el ogro del Mundial y el máximo favorito. Pero sus históricas lagunas le apartaron de una oportunidad histórica.