Rudy Fernández, un máster de conocimiento del juego

El partido que jugó Rudy Fernández contra Serbia no se explica en los números. Fue mucho más allá de sus siete puntos, dos asistencias, cuatro robos de balón y un tapón. Su actuación fue más allá incluso de las condiciones en las que jugó, con el tobillo izquierdo lastimado. Fue su manera de pararse en la pista, cómo acudió a las ayudas a sus compañeros, cómo eligió tirar cuando debía, pasar cuando tenía que hacerlo y parar si la transición no era clara. Del nivel de concentración de Rudy habló una jugada en el segundo cuarto, con España enchufada. El balón corrió de pase en pase extra. En vez de lanzar de tres, Rudy amagó y penetró para buscar el último balón definitivo a la esquina. Ahí debía estar Juancho. Pero Juancho se movió y el balón se fue al limbo. Su mirada al ala-pívot de los Nuggets lo dijo todo.

A sus 34 años, Rudy ha hecho un enorme esfuerzo por reconvertirse como jugador. "Es más preciso", simplificó Scariolo. Aquella caída en un partido contra los Lakers dañó una espalda que el Madrid siempre intenta proteger. Pero Rudy ha querido estar con la Selección. Sus años de trayectoria le han convertido en capitán este verano. Campeón del mundo en 2006, hace diez años ya formó parte del quinteto ideal del Eurobasket que España ganó en Polonia. Y ahí sigue, en la brecha. Para quien quiso escucharlo, Rudy había dejado dos mensajes muy simples en la previa del partido contra Serbia. Primero advirtió a los que tiraban el choque antes de jugarlo: "Me motivan los cuartos, pero me motiva el partido contra Serbia". Y luego, añadió: "Claro que ganar sería un puñetazo en la mesa". Y lo dieron. Era el momento, entonces, de poner los pies en la tierra: "Poco a poco, esto es muy largo. Ahora hay que descansar. Si Polonia ha llegado hasta aquí, es porque ha hecho un gran campeonato. Está jugando bien, sin jugadores referentes. Pero jugando al equipo como nosotros. Y aquí estamos. Es una gran Selección así que todo el respeto para ellos". Si Rudy conoce el relato como la cancha de baloncesto, España está en el buen camino.