Los Houston Rockets han presentado oficialmente a su nueva estrella, Russell Westbrook. El jugador llega a Texas después de haber desarrollado toda su carrera profesional en Oklahoma City, donde los ha sido todo, para bien y para mal. Ahora se reencuentra con un viejo compañero y amigo, James Harden, con el que compartió el vestuario de los Thunder durante tres temporadas. Ellos dos, junto a Durant e Ibaka, perdieron las Finales de 2012 ante los Heat del Big Three, la misma temporada que Harden fue Mejor Sexto Hombre de la Liga. Ese verano le traspasarían a los Rockets.

Desde entonces han cambiado mucho las cosas para ambos, que se han convertido en dos de los jugadores más dominantes de la NBA actual y de siempre con el balón en las manos. Todo pasa por ellos en sus equipos y ahora que van a estar juntos y van a tener que compartir la posesión la pregunta está clara. ¿Serán capaces de hacerlo de forma eficiente? A Westbrook parece no preocuparle en absoluto.

"Hemos sido amigos durante muchos, muchos años. Desde que tenía 10, en realidad. Jugamos juntos en Oklahoma City y para poder ganar algo debes estar dispuesto a sacrificar algunas partes de tu juego, y ambos lo entendemos", explicaba el base a los periodistas. "Ambos entendemos que tenemos un objetivo común y ese es ganar un campeonato. Entendemos lo que tenemos que hacer. No me preocupa eso, y sé que James no está preocupado por eso. No tengo que tener el balón para tener impacto sobre el juego. Esa es la mejor manera de entrar y aportar a este equipo. Puedo hacer otras cosas en la pista para asegurarme de que tengamos la mejor opción de ganar".

A Westbrook se le vio relajado y feliz, muy amable con la prensa, algo que no era tan habitual en los últimos tiempos. Y con la mente puesta 100% en su nuevo hogar: "Sólo me preocupa un equipo y ese equipo son los Houston Rockets". El base parece tener muy claro cuál es la forma en la que juega su nueva franquicia bajo las órdenes de Mike D'Antoni y ya ha empezado a ver las ventajas que puede tener en su juego.

"Encajaré en el sistema. Con jugadores abiertos por la pista me da la oportunidad de atacar, penetrar... Defensivamente me dará la oportunidad de cambiar y vigilar y rebotear a un alto nivel. Creo que el estilo de juego es genial, algo que espero con ansias, simplemente salir a la pista con mucho espacio abierto, con todos los tiradores repartidos por ahí y jugar de esa manera".