"¡Que sí, que somos de ACB!"
La plantilla del Bilbao Basket ofreció el ascenso a la ciudad desde el balcón del Ayuntamiento ante 700 personas. "Cuando descendimos, vosotros os quedasteis en la ACB", soltaron.
El Bilbao Basket sigue de fiesta. Tras el ascenso multitudinario, la cena de celebración y el disfrute en una noche intensa, el equipo ha sido recibido en el Ayuntamiento de Bilbao. Ha congregado, bajo un sofocante calor, a 700 aficionados para dejar claro que la ciudad del Guggenheim vuelve a estar entre los grandes. La plantilla, el consejo y el cuerpo técnico llegaron a las 19:00 horas, muy puntales, en un autobús negro personalizado (pasaron en su trayecto por la Basílica de Begoña, pero sin parar, aunque alguno dio gracias a la Amatxu desde la distancia). Como manda el protocolo, la comitiva fue primero recibida por el alcalde en funciones, Juan Mari Aburto, en las escalinatas del Consistorio, antes de dirigirse al Salón Árabe para celebrar la recepción institucional.
Ya en el interior, el primer edil felicitó al Bilbao Basket y aseguró sentirse "orgulloso" de terminar su mandato, que da paso a uno nuevo, festejando este éxito de los hombres de negro. Constató "con respeto, pero el máximo orgullo bilbaíno" que "Bilbao está donde tenía que estar, en lo más alto; es una auténtica gozada, sois y somos equipo de ACB". Aburto se centró en el técnico, Mumbrú, y en el capitán, Salgado. "Álex, bilbaíno de adopción y de corazón, amigo y gran persona, que ha sido capaz de cohesionar a un equipo campeón. Ejemplo de saber estar y de amor a los colores. Y Javi, ejemplo de los valores y del trabajo en equipo capaz de superar todas las dificultades", subrayó.
Mumbrú, muy afónico tras hacerse escuchar ayer ante diez mil enfervorizados hinchas, tomó la palabra confesado su felicidad por volver a enganchar a la gente "y hacer un equipo que llevara por bandera los valores de la gente de Bilbao". "Desde la humildad, luchar hasta el último segundo y trabajar y trabajar. Confiamos en esa fórmula y hemos tenido suerte de que ha salido todo bien. Pero todo esto hubiera sido imposible sin la gente y quiero agradecérselo personalmente", sentenció. "Espero que algún tengamos que volver aquí", avanzó en plan reto ambicioso. Aburto le ofreció la gran distinción en el Ayuntamiento: le caló una txapela y el exjugador entregó al alcalde una camiseta del equipo con su nombre. El director general Barkala dio las gracias al Ayuntamiento, medios, afición, jugadores, cuerpo técnico, personal de oficina, directivos y patrocinadores.
La gente empezaba a impacientarse fuera, por el calor. El momento culminante llegó con la salida del equipo a la balconada, adornada con una pancarta en la que se podía leer 'Zorionak Bilbao Basket'. Salgado llevó la batuta, como en la pista. "¡Qué si, joé, que somos ACB!", corearon. Y "que bote Miribilla". "No sabéis lo mucho que nos llega vuestro apoyo", les lanzó el capitán. Rigo se atrevió con el chistecillo clásico de "Camarero... ¿qué? Una de champiñones... champiñones, champiñones oe oe oe". Lammers, rojo como un tomate de timidez, casi tuvo que hablar a empujones. Schreiner, el héroe del salto a la máxima categoría con un triple a ocho metros, fue aclamado como MVP ("es el mejor momento de mi carrera"), a Salgado le pidieron que se quedara un año más y el eterno delegado, Txipi, no pudo estar por encontrarse indispuesto. Mumbrú tiró de fibra sensible: "Hace un año descendimos, pero vosotros os quedasteis en la ACB, un año más tarde volvemos a estar con vosotros". Ahí encontró la mayor ovación de la tarde. Mientras el consejo prosigue su trabajo. Falta el acuerdo con Hacienda para cerrar el proceso concursal pero en las últimas horas se han dado avances significativos para aplazar la deuda y pagarla durante 15 años.