NBA | FINALES 2019

Curry busca el anillo en Toronto, ciudad que lleva en el corazón

Fue el primer lugar donde demostró todo su potencial, con 13 años, cuando aún era un chaval de colegio. Stephen vuelve ahora a Toronto.

Toronto
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Stephen Curry
Troy Wayrynen USA TODAY SPORTS

A Stephen Curry se le relaciona sobre todo con tres ciudades. Oakland, evidentemente, que es donde está haciendo historia con los Warriors. Charlotte, el lugar donde pasó la mayoría de su niñez y donde volvió para destacar en el baloncesto universitario. Y Akron, en Ohio, donde comparte nacimiento con LeBron James. Pero Curry tiene una relación igual de importante con otra ciudad: Toronto.

Allí se tuvo que mudar a principios de siglo cuando su padre Dell apuraba los últimos años de carrera en los Raptors (1999-2002). Una época que le pilló a él y a su hermano Seth en plena adolescencia y comenzando a hacer sus pinitos en el mundo del baloncesto. En Toronto aún recuerdan la temporada 2001-02, en la que el equipo del Queensway Christian College, que hasta entonces no tenía una gran tradición baloncestística, se convirtió en el equipo de moda. Y lo hizo de la mano de Steph, que los llevó a hacer un curso perfecto (16-0 de récord).

También formó parte de los Toronto 5-0, compuesto por jugadores de toda la ciudad que competían en el torneo regional de Ontario, una de las trece provincias de Canadá de la que Toronto es su capital. "Había mucho nivel en aquella época, no era nada fácil. Cada vez que vengo aquí me alegro de que Canadá esté representada en la Liga", decía Curry en una de sus visitas. También a estos Toronto 5-0 les lideró hasta el título provincial (33-4) enfrentándose a algunos futuros jugadores de la NBA como Kelly Olynyk o Cory Joseph.

"Le encanta esta ciudad. Su mujer es de aquí y su familia aún vive en Toronto", explicaba Dell Curry en una ocasión, recordando otra curiosa relación de su hijo con la ciudad. Aunque Steph y Ayesha no se conocerían hasta años después en Charlotte, en un grupo de la iglesia, el destino iba a querer que su mujer fuese canadiense. Dell también descubrió que fue aquí donde su hijo se dio cuento de lo que quería ser de mayor: "Al principio estaba preocupado por el clima, por si iba a ser un impedimento para practicar, pero ya era lo suficientemente mayor para saber a lo quería dedicarse. Recuerdo una anécdota del primer día que fue al colegio, cuando volvió a casa nos dijo ‘Nos vamos fuera, nos da igual el tiempo que haga’".

Para alguien que ya estaba tan centrado en el baloncesto, los partidos en casa de su padre se convertían en el paraíso. La última vez que visitó Toronto con los Warriors en noviembre no pudo jugar, se estaba recuperando de una lesión. Pero sí que entrenó en una cacha anexa del ScotiaBank Arena, un lugar que le trae grandes recuerdos: "Hay mucha, especialmente al estar en esta cancha de entrenamiento".

"Mi hermano y yo solíamos estar aquí durante los primeros cuartos de los partidos, jugando un uno contra uno o algo por el estilo. En el segundo cuarto salíamos a la pista a ver cómo iba el partido. Durante el descanso y el tercer cuarto volvíamos aquí y a tirar y luego veíamos acabar el partido". Ese era el modus operandi de los hermanos Curry mientras el progenitor de la familia estaba en cancha.

"Esto me trae muchos recuerdos de la gente que trabajaba para la franquicia detrás de los focos. Muchas caras conocidas que espero ver cada año. La familia de mi esposa todavía está aquí… Todo juega a favor de las emociones cuando vuelvo a Toronto", contaba el base, que está a punto de comenzar a jugar la final más sentimental para él de las cinco a las que ha llegado.