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ACB | ESTUDIANTES 83 - OBRADOIRO 80

Brizuela y Gentile le dan la permanencia al Estudiantes

El escolta anotó los 10 últimos puntos colegiales y el italiano acabó con 27 tantos. Gran partido del Obradoiro, que se sigue jugando la salvación.

Madrid
Brizuela y Gentile le dan la permanencia al Estudiantes
A. NevadoACB PHOTO

"¡Qué nos quedamos en la p... ACB". El grito inundó un rebosante Palacio de los Deportes cuando el Movistar Estudiantes certificó una permanencia que parecía que nunca llegaría. Ni en las últimas nueve jornadas, donde solo había ganado un encuentro, ni en el partido de este domingo frente al Obradoiro, que no se rindió y llegó a estar cinco puntos arriba a siete minutos del final. La derrota del Delteco Gipuzkoa en el Palau Blaugrana frente al Barcelona completó la ecuación salvadora para los colegiales a falta de una sola jornada.

Y el Estu estará un año en la Liga Endesa tras una reacción desesperada a menos de tres minutos del final, cuando los gallegos jugaban con el viento a favor y con los nervios estudiantiles. Ahí, en el momento exacto y a la hora exacta, Darío Brizuela (recién salido de una dura lesión de rodilla) tomó el relevó de un sobresaliente Alessandro Gentile y la inteligente aportación de Cook en cada centímetro del parqué. El escolta abrazó toda la responsabilidad en esos instantes que diferencian a un jugador normal de una estrella: anotó seguidos los diez últimos puntos del Estudiantes. Él llevó a los suyos del 73-76 al 83-80 final. Un trabajo hercúleo, bonito y lleno de rabia que tiene un cierto aroma a despedida. Si finalmente no continúa la próxima temporada, no hay mejor manera de decir adiós. El "Brizuela quedate" fue el otro gran hit de este domingo, tanto dentro como fuera del pabellón.

Con la buena dosis de adrenalina que traen los partidos a vida o muerte, los colegiales se lanzaron a tumba abierta de inicio. En ataque y en defensa, la implicación era sublime. El mejor (el de siempre) Gentile era la cabeza de playa en la ofensiva, mientras que atrás, cambios constantes, con Cook sobre Vasileiadis, y agresividad, el Estu avanzó inexorablemente en el marcador: del 2-3 inicial al 24-13 para cerrar el primer cuarto.

El Obradoiro no encontraba una buena solución a esa salida en tromba. Pero no se desmoronó. En estos duelos, la adrenalina y el fuerte empuje de arranque tienen un final, un llano con el que te puedes enganchar a la carrera. Y así lo hicieron los de Moncho Fernández, que lograron 52 tantos entre el segundo y tercer cuarto. Brodziansky daba pequeños latigazos y Singler mostraba clase para recortar distancias. Un parcial 4-12 a mediados del segundo periodo dejaba todo en un hilo.

Singler cerraba el cuarto y comenzó un precioso duelo bajo el sol con Gentile en el siguiente. Se retroalimentaban. Si uno penetraba, el otro embocaba de tres. Si el italiano hacía una virguería, el estadounidense no se quedaba corto. El primero convirtió 7 puntos en 10 minutos y acabó con 27; el segundo, 10 y 14. Ambos no terminaron el duelo sobre la cancha por cinco faltas y vivieron los momentos más frenéticos en el banquillo.

Vieron como Brodziansky se hacía enorme en la zona (25 puntos y 29 de valoración) y como daba varias ventajas (las primeras tras el 2-3 inicial) a un Obradoiro que leía muy bien el duelo, sacaba rédito al triple (12 de 34), a los puntos en segunda oportunidad (13) y de un banquillo extraeficiente: 43 tantos, más de la mitad del total logrado por los gallegos, que solo alcanzaron 15 en el definitivo periodo. Pero apareció Brizuela, el encendido ambiente del Palacio y el sueño se tornó en pesadilla para unos gallegos que tras ocho derrotas seguidas se jugarán la salvación en la última jornada.

El Estu logra sonreír un año más con muchas lagrimas. Las de Gentile, Vicedo y Berrocal al cerrar el partido. Pero también por la rabia de Brizuela lanzando el balón al aire y la de Nik Caner-Medley delante de la grada; y la celebración de Whittington junto a una Demencia que no ha abandonado en los (otra vez) malos momentos del equipo. Una vida se cierra y ya surge otra nueva... los aficionados esperan que sea diferente y mucho más azul que este curso.