NBA | ANÁLISIS

Jokic y Murray se reivindican: futuro prometedor para Denver

La eliminación de los Nuggets en semifinales de Conferencia no impide al equipo sacar conclusiones positivas de la temporada; en Denver empiezan a ver la luz.

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Denver Nuggets, NBA
Steve DYKES AFP

Las eliminaciones en playoffs siempre son duras, pero no siempre implican lecturas negativas. Es el caso de los Denver Nuggets. El equipo de Mike Malone ha jugado la fase final por primera vez desde 2013, cuando eran eliminados por los Warriors en una primera ronda. Por aquel entonces George Karl era el entrenador de la franquicia, mientras que Golden State estaba en manos de Mark Jackson y ya dejaba entrever un gran futuro con Stephen Curry y Klay Thompson en la plantilla.

Hay motivos para soñar en la franquicia. Han hecho, tras mucho esfuerzo un equipo competitivo, y han conseguido hacer una regular season meteórica (54-28) que les dejaba en el segundo puesto de la Conferencia Oeste. En playoffs, sacaron fuerzas de flaqueza para recuperarse a tiempo y eliminar a unos Spurs curtidos en mil batallas. Parecía que lo conseguirían también ante los Blazers, pero una pájara muy propia de la inexperiencia en la fase final, unida a un soberbio McCollum les dejaba a un paso de su primera final de Conferencia en una década.

A pesar de la eliminación, es una buena temporada para ellos. Han conseguido aumentar su nivel y hacer un equipo en torno a un Nikola Jokic. El serbio va a estar (si no está ya) entre los mejores jugadores de los próximos años. El serbio se ha ido hasta los 20 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias en temporada regular, promedios que le dejarán en uno de los mejores quintetos de la Liga. Además, ha subido su nivel en playoffs, donde se ha dio hasta los 25+13+8, firmando números que le dejan a la altura de estrellas como Magic Johnson en el año de su debut en la fase final.

También Jamal Murray ha estado a la altura. El base ha dado la talla y ha sido uno de los jugadores que ha ahuyentado las dudas que los expertos tenían en un equipo tan joven. Los 18+4+5 de la fase regular también han sido mejorados en playoffs: 21+4+5, incluidos dos partidos consecutivos de 34 puntos ante los Blazers en el tercer y cuarto encuentro de la eliminatoria.

Estos dos jugadores serán la base, el soporte, y el futuro de la franquicia. Llevan mejorando sus números desde su llegada a la Liga, y están bien rodeados por un núcleo joven (Gary Harris, Mason Plumlee, Torrey Craig) que, si en Denver hacen bien las cosas, seguirá creciendo con ellos. Solo les ha faltado algo de experiencia. Millsap ha actuado como el veterano del grupo en ausencia de un Isaiah Thomas que no terminó de encajar en el modelo del equipo (¿qué pasará con él?), pero parece que eso no es suficiente, al menos de momento. La base actual de la plantilla seguirá mejorando, y si en los despachos hacen bien las cosas, la llegada de algún veterano podría dar un impulso que habría venido muy bien en las presentes eliminatorias. Al que si van a tener seguro  para la próxima campaña será a Michael Porter Jr. (número 14 del último draft), que ha estado en el dique seco todo el año pero que ya ha anunciado su presencia en la Summer League y estará con sus compañeros para la 2019/20.

Más allá de esto, la lectura es positiva. Les espera un gran futuro y el proyecto ha vivido su primera experiencia en playoffs. Muchas tuvieron que vivir los Blazers para colarse en una final del Oeste histórica para ellos. Para Denver esta primera toma de contacto les ha dejado, insistimos, a las puertas de las finales de Conferencia, venciendo por el camino a unos Spurs que, independientemente de su actual talento, tienen más tablas que la mitad de los equipos de la Liga. Y que están entrenados por Gregg Popovich. No olvidemos ese dato

No ha sido fácil llegar hasta aquí. Para eso, la franquicia ha tenido que reinventarse y probar con varias opciones que no han salido como se esperaban antes de llegar a la situación en la que están. La situación en la que querían estar.

De George Karl a Mike Malone: la referencia en los banquillos

Los Nuggets han regresado a playoffs cinco años después. Lo han hecho tras una reconstrucción no exenta de dificultades y que incluyó una derrota en la última jornada de la pasada campaña ante los Timberwolves que les dejaba con la miel en los labios y en el noveno puesto del Oeste. Antes de eso, en 2013, Brian Shaw cogía las riendas del equipo sustituyendo a George Karl. El ex asistente de los Lakers estuvo hasta su despido en 2015, cuando llegó Melvin Hunt, que actuó como remedio provisional hasta que finalizó el año. Temporadas de sequía en la que se intentaba dar con la tecla que les permitiera volver a ser competitivos.

Hay que pararse un momento a hablar de Karl. Con experiencia en el baloncesto europeo y tras su paso por el Real Madrid, el técnico se postuló en los Seattle SuperSonics como un entrenador ideal para un proyecto a largo plazo. Metió a Gary Payton y a Sahwn Kempt en las Finales de 1996, y años después llegó a la final de Conferencia con los Milwaukee Bucks de Ray Allen y Sam Cassell.

A los Nuggets llegó en 2004 para liderar un nuevo proyecto: el del hoy vilipendiado Carmelo Anthony. El técnico llevó al equipo a playoffs en todas las temporadas en las que ocupó el cargo. Todas ellas con récord positivo, y consiguiendo superar las 50 victorias hasta en cinco ocasiones. También avanzó a una nueva final de Conferencia en 2009, en la que perdieron ante los Lakers de Kobe y Pau. Es la última que ha jugado la franquicia.

Karl salió en 2013 tras la ya mencionada derrota en primera ronda de playoffs ante los Warriors. Fue la última gran temporada del técnico: 57-25 de récord y premio al Mejor Entrenador del Año (el primero y único de su carrera). Tiempo después fichó por los Kings, donde no pudo manejar a Cousins. Hoy está sin equipo, pero en Denver dejó un vacío y un legado que la franquicia ha tardado en llenar.

Se trataba de encontrar a un nuevo entrenador con el que iniciar un nuevo proyecto. Shaw no carburó y el paso efímero de Hunt no permitía sacar conclusiones. Entonces, llegó Mike Malone. Era una apuesta arriesgada. Su única experiencia había sido en Sacramento, donde fue despedido a mitad de la temporada 2014/15... siendo sustituido por Karl, ironías del destino.

Casi sin experiencia, Malone se reivindicó e impulsó al equipo, mejorándolo cada año, quedándose a las puertas de playoffs en 2018, y convirtiéndolo en uno de los mejores de la Liga en la presente campaña. El resto de la historia ya la conocemos. Hay motivos para soñar en los Nuggets. Y Malone, Jokic y Murray lo saben.