NBA | NUGGETS 90 - BLAZERS 97 (1-1)

Los Blazers se llevan una victoria de Denver: McCollum decidió

Portland consigue revertir el factor-cancha de esta serie, que da acceso a las finales del Oeste, pese a lo gris que estuvo Damian Lillard.

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Los Blazers continúan demostrando que tienen fondo de armario y un equipo con alternativas para sobresalir cuando vienen mal dadas. Es el caso del segundo enfrentamiento de las semifinales de conferencia que tuvieron ante los Nuggets. En el primer encuentro habían perdido con merecimiento, y en esta reválida no destacaron por su brillantez sino por el efectismo que les llevaría al 1-1 y a robar el factor-cancha de uno de los pabellones más incómodos de la NBA: el Pepsi Center.

No entraron mal ninguno de los dos en la contienda: golpe va, golpe viene... Hasta el árbitro y unos aficionados a pie de pista se llevaban uno fuerte nada más comenzar. Luego se llevaría otro Torrey Craig, lo que le hizo entrar en la segunda parte con una máscara de plástico que hacía más peliculera la batalla. El inicio fue igualado, pero los primeros cambios volvieron a desnivelar la balanza.

Lillard sí había anotado un par de mérito en ese comienzo, pero no tendría un partido tranquilo. Fue en la línea del mismo, con más fallo que acierto, sufriendo para cuadrar una línea estadística en positivo, dejando espacio a actores secundarios. En el alzamiento de los Trail Blazers, en posición débil tras el primer punto de la eliminatoria, Harkless, Aminu y Kanter pusieron su granito de arena; terminaron echando agua para que el mejunje se hiciera argamasa Collins, que supo jugar muy bien con los espacios y con o sin bloqueos, y Hood, que ya destacó en el partido anterior. Un par de acciones de otro suplente, Turner, mantuvieron los diez de renta que se habían labrado los visitantes antes del descanso.

Se atascaron los de Stotts en el inicio del tercer cuarto, que empezó con un matazo de Malik Beasley y seguía con Nikola Jokic repartiendo felicidad a todos los compañeros que pasaban por su lado. Sin embargo, iba a ser C.J. McCollum el que diera la estocada casi definitiva: bajaron de la decena de puntos de desventaja los Nuggets y el escolta, que tampoco sobresalió de forma exultante, puso un par de canastas (54-65, minuto 30) para dar la estabilidad necesaria y que los Blazers afrontaran el final de partido mucho más tranquilos. O eso creían ellos...

Hubo un arreón final de los de Colorado en el último cuarto. Se llegaron a poner, tángana mediante (culpando a un Kanter que golpeó a Craig sin querer tras salir volando en un choque de trenes con Jokic), a cinco puntos, 90-95, con posesión a favor mientras hacían presión a toda cancha. No fue suficiente, Portland aguantó el vendaval con recursos y pone un empate con el que ahora viajan a su casa a asegurar la teórica ventaja que han ganado.