LOS ANGELES CLIPPERS

Patrick Beverley, el latido de los Clippers que desquicia a Durant

El base es uno de los hombres de los Playoffs por su defensa sobre el alero. Nacido en Chicago, fue expulsado de la universidad e hizo carrera en Europa.

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Kevin Durant y Patrick Beverley, durante el primer partido entre Golden State Warriors y Los Angeles Clippers de primera ronda de los playoffs 2019.
EZRA SHAW AFP

Antes de comenzar los playoffs, todo el mundo lo tenía claro: Golden State Warriors no tendría problema alguno para deshacerse de Los Angeles Clippers. Cuatro victorias seguidas, barrido y a casa. Coser y cantar. Pero el segundo partido cambió algo el guion preestablecido: los angelinos hicieron historia tras remontar 31 puntos en menos de 20 minutos en el Oracle Arena, con Patrick Beverley como principal foco de atención junto a Lou Williams.

Nacido en la parte oeste de Chicago, Beverley es ya una de las grandes historias de las rondas finales por su demente defensa sobre Kevin Durant. La gran diferencia de altura (21 centímetros, 206 por 185) no impide al base de los Clippers ser un enorme dolor de cabeza para la estrella de los Warriors y, por vasos comunicantes, de todo el ataque de Golden State. No le deja ni a sol ni a sombra, enganchado a su cuerpo como una sanguijuela que roba, minuto a minuto, toda la sangre.

Y al margen de lo cómico de la situación (la risa nerviosa de Durant, los aspavientos de Beverley), los resultados se notan. El dos veces MVP de las Finales no ha finalizado ninguno de los dos partidos de la eliminatoria: el primero por dos técnicas junto a su defensor y el segundo por seis faltas. Y su incidencia cuando Pat lo agarra, se reduce. En el duelo inicial, el base estuvo sobre él en 45 posesiones y KD anotó 15 puntos de los 59 de su equipo, dio dos asistencias y cometió dos pérdidas. Mientras que en el segundo, en 39, llegó solo a los ocho tantos de 45, a un pase de canasta y sumó cuatro pérdidas. "Una cosa que les duele a estos chicos altos que pueden poner el balón en el suelo, es que ocupes todo el espacio, no dejarles atrapar con comodidad el balón. Hacer que todo se vuelva físico. Es una batalla y está ganándola Beverley", analizó Tony Allen, todo un referente defensivo en los Memphis Grizzlies del Grit and Grind, para Chris Vernon. 

Patrick Beverley y Kevin Durant, durante el primer partido de la primera ronda de los playoffs 2019 entre Golden State Warriors y Los Angeles Clippers.

De Chicago a Ucrania previo paso por Arkansas

"He jugado contra Beverley desde que él estaba en Arkansas (NCAA), así que sé un poco lo que aporta. Es un chico de Chicago, creció y jugó allí, y esos tíos juegan con un tipo diferente de barro. Entiendo que él aporta eso: sube el tono físico y psicológico de los encuentros", dijo después del primer encuentro Durant, que se vio las caras contra el de Illinois cuando ambos estaban en la universidad. El de Golden State en Texas; el base, en Arkansas, donde no pudo cumplir el ciclo completo: fue expulsado antes de su tercer año por, oficialmente, no alcanzar los objetivos académicos. Oficiosamente, la historia cambia bastante: le obligaron a dejar el centro por entregar un papel oficial con su nombre, pero no escrito por él. No fueron sus únicos problemas como estudiante ya que tuvo que hacer frente a una demanda de paternidad y a las acusaciones de recibir dinero de un agente.

Beverley reconoció la trampa y tomó la vía europea. Se marchó a Ucrania para disputar una temporada en el Dnipro del también estadounidense Bob Donewald Jr. Para esa primera experiencia en el Viejo Continente estuvo acompañado de su madre. Lisa tuvo a su hijo con apenas 17 años y lo crio sola: su padre abandonó a la familia y los únicos recuerdos que guardaba de él eran sus trofeos de baloncesto. Tras acabar su etapa ucraniana, alargó un poco más su Interrail por Grecia (Olympiacos) y Rusia (Spartak de San Petersburgo) antes de aterrizar en Texas, donde montó un centro de belleza a su madre con el dinero obtenido en Europa.

En la NBA siguió los consejos de Will Bynum. También de Chicago, el base aconsejó a Pat que dejará a un lado el ataque y se centrara en la defensa. Ser perfecto en esa parte del juego le haría imprescindible en la Liga... y así fue. Los Rockets aprovecharon su voracidad en el uno contra uno y consiguió su primer gran amor, un Russell Westbrook al que lesionó de gravedad en el segundo partido de la primera ronda de 2013 y en una acción absurda cuando el de Oklahoma City Thunder pedía un tiempo muerto. La llama entre los dos todavía sigue muy viva.

"Beverley es nuestra voz"

Y hasta Durant, hubo muchos otros como Lonzo Ball, pero con el alero parece algo especial. "Siento que es el mejor, ¿sabes? Sin faltarle el respeto a su equipo, pero es uno de los mejores jugadores del mundo... Sentí que cubrir a KD ayudaría a nuestro equipo y quería establecer el tono", aseguró Beverley después del segundo encuentro, en el que rogó que no le apartaran del alero: quería ser él y solo él el que le defendiera. 

"Es el latido del equipo", aseguró a Los Angeles Times JP Clark, entrenador asistente de Doc Rivers en los Clippers. "Es nuestra voz", continuó el también ayudante Sam Cassell en el mismo reportaje. "Cuando era su rival siempre hablaba conmigo sobre la cancha, no lo soportaba... ahora sé que es el compañero de equipo perfecto", dijo el pívot Ivica Zubac sobre un jugador al que todos aman y todos odian por su cabezonería y su desesperante intensidad durante los 48 minutos: "No puedo evitar que las personas se irriten conmigo. No es mi culpa. Salgo y trato de ser el mejor defensor en el p... planeta. Tomo mi papel, tomo mi trabajo muy en serio y lo hago por mis compañeros de equipo. Lo hago por mi rol y entiendo cómo hacerlo", afirmó a The Athletic antes de iniciarse los Playoffs: "Kevin Durant no es fácil de cubrir, pero seguro que es divertido".