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EUROLIGA | CUARTOS | MADRID 75- PANATHINAIKOS 72 (1-0)

Campazzo da la victoria al Madrid en el último minuto

Anotó cuatro tiros libres al final y con 73-72 realizó una defensa a Langford que fue una obra de arte. El Panathinaikos vencía por seis a falta de 3:50.

Facundo Campazzo trata de anotar ante la defensa del Panathinaikos en el primer partido de la eliminatoria de cuartos.
Facundo Campazzo trata de anotar ante la defensa del Panathinaikos en el primer partido de la eliminatoria de cuartos.JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

El Madrid se puso 14 arriba (49-35) nada más arrancar la segunda parte. Había completado 22 minutos magníficos, en los que cerraba su zona, abrumaba en el rebote defensivo y sacaba del duelo a Calathes. Incluso Prepelic daba un buen relevo como base, aunque eran Taylor (13 puntos ya entonces) y luego Causeur (12 en ocho minutos) los que colocaban un raíl hasta el aro griego. "No nos rendimos", se escuchaba en un tiempo muerto del Panathinaikos. Y no lo hicieron, se agarraron a un arma inopinada, el triple, que les sacó a flote (6 de 11 se llegó a leer en la estadística). Pese a la reacción, la buena defensa blanca parecía tenerlo todo bajo control, una sensación desmentida más tarde por el partido.

Carroll abrió el último acto con un triple (61-52) y de la plena confianza se pasó al derrumbe: Prepelic, Carroll, Deck, Reyes y Ayón mezclaron mal en ese tramo, mientras que Calathes se sentía más cómodo frente a Jaycee que ante Taylor o Campazzo. El mejor pasador de la Euroliga  y candidato a MVP se veía retado, incluso en entredicho, y respondió con un coletazo majestuoso de carácter y talento. Llevaba un -5 de valoración (1 de 11 en el tiro) en una noche aciaga y en seis minutos añadió 12 tantos, incluidos dos triples, y 15 créditos que lo dinamitaron todo. Solo cuatro minutos para la bocina y el PAO mandaba por 6 (parcial de 5-20 y si acotamos, de 0-13). No era la desventaja, que también, sino lo que se respiraba en el parqué: el Madrid parecía extraviado, carente de referentes ofensivos, dando vueltas en círculo sin hallarse, sin un ángel rescatador. Lo atestiguan sus cuatro minutos a cero.

La defensa de Campazzo

Así que optó por asirse al único referente que nunca falla, la defensa, el que le había puesto en órbita poco antes. Y abrazado a ese pilar encontró de nuevo el camino. Los de Pitino ya no volverían a encestar. Un triple de Rudy reducía la brecha a tres y, después de intercambiar errores, Campazzo embocaba dos libres: 71-72 a las puertas del último minuto. Carroll añadía otros dos aciertos desde la personal (la falta fue sobre Rudy, pero un golpe en el ojo forzó el cambio).

Y luego asistimos a una obra de arte, una defensa cuerpo a cuerpo de Campazzo a Langford que valía el triunfo, y no uno cualquiera, sino el 1-0 de un playoff que es antesala de la Final Four. Lo amarró el propio Facu desde la línea tras sacarle la cuarta a Calathes, al que desquitó de nuevo. Y con 75-72 Thomas falló el triple para forzar la prórroga, Langford agarró el rebote y Tavares taponó la victoria en las nubes.

A 75 puntos o menos, como hace tres semanas en Atenas, cada duelo va a resultar desgarrador. El primero ya es historia y tuvo final feliz. Lo celebró el Madrid, su afición y Luka Doncic, corazón blanco y de vuelta por sorpresa a la calle Goya. Su presencia resultó energética para la grada, como la de Llull hace un año en el mismo escenario tras ocho meses de lesión. Mezcla de orgullo, emoción y alegría al ver al Niño otra vez en casa.