Amaya Valdemoro, rostro del CSD en el Día de la Mujer
Su mensaje: "Nada es imposible". Ella se convirtió en una referencia del baloncesto español aunque no había equipo femenino en su colegio.
"De pequeña no podía jugar con chicos y no había equipo femenino en el cole, pero cumplí mis sueños. Nada es imposible". Ese fue el mensaje de Amaya Valdemoro (Alcobendas, 42 años) difundido por el CSD ayer para celebrar el Día Internacional de la Mujer. La exjugadora, uno de los nombres esenciales de la historia del baloncesto español, participó además en un especial televisivo de Movistar junto a María José Rienda y Sandra Sánchez.
El baloncesto no fue su primera opción. Comenzó practicando atletismo y soñando con convertirse en campeona de 1.500, pero al final el deporte de la canasta pudo más. "De pequeña se me daban bastante bien todos los deportes", recordaba la madrileña en una entrevista con As hace años. "Mi tío me dijo que probase el baloncesto y me quedé". Con 14 años se marchó de casa para jugar en Salamanca y allí comenzó a forjarse su leyenda. Con la Selección también fue una niña precoz. Debutó con 16 años y llegó a disputar 258 partidos con España, una cifra que sólo supera Laia Palau en la actualidad. En 2013 se despidió con un oro europeo colgado al cuello (Eurobasket de Francia), aunque también se subió al podio en otras cinco ocasiones: para recoger la plata continental de 2007, los bronces europeos de 2003, 2005 y 2009 y el primer bronce mundial logrado por la Selección en la República Checa (2010). Lo dicho: nada es imposible.