Sorpresa en el último partido antes del All Star. La mini jornada del jueves noche se cerraba en Nueva Orleans, donde llegaba uno d los equipos más en forma de la competición. Los Oklahoma City Thunder estaban imparables, con 11 victorias en los últimos 12 partidos y con el mejor promedio de puntos a favor de toda la Liga en ese periodo (122,2).

El marcador lo clavaron, pero el problema estuvo en la defensa, una de las mejores de la competición pero que ayer no supo cómo parar a Julius Randle y a Jrue Holiday. Los dos jugadores fueron los grandes responsables de la victoria local. El primero con 33 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias, y el segundo con 32, 5, 7, 2 robos y 3 tapones. El base ha sido con mucha diferencia uno de los grandes perjudicados por el récord de su equipo de cara a estar en el Partido de las Estrellas de pasado mañana. En el momento de las votaciones prácticamente ni se habló de él, pero su temporada en el plano individual está siendo tremenda.

Lo mismo se puede decir del ex de los Lakers, que cada vez que las lesiones le han dejado jugar lo ha hecho a un nivel excelente, mejor según ha ido avanzando la temporada. Ayer también se benefició de alguna manera de la lesión de Anthony Davis, que en la segunda parte le obligó a tomar más responsabilidad y, gracias a su buen hacer, firmar esos grandes números. Davis, que jugó sólo 16 minutos (14 puntos y 4 rebotes), tuvo un problema con su hombro izquierdo en el segundo cuarto cuando intentó taponar un lanzamiento de Steven Adams. El ala-pívot se retiró sin mover el brazo y está pendiente de las pruebas para conocer el alcance de la lesión.

Los Thunder todo el partido a remolque. Y eso a pesar de que Russell Westbrook firmó su undécimo triple-doble consecutivo (44+14+11). Esta vez tirando muy bien (60% de acierto), decente desde el triple (33,3%). Pero parece que a estos Thunder les viene mejor el modelo del Westbrook menos tirador, el que involucra más a sus compañeros. Tiró incluso una vez más que Paul George (28+7+6), la gran arma ofensiva de los de Oklahoma este curso que, la verdad, no tuvo su día en el lanzamiento (11/29 en tiros, 3/17 en triples).

Los tiros de tres fueron uno de los grandes problemas de los visitantes anoche. En los últimos 12 partidos, de los que habían ganado 11, promediaban un 44,1% desde la larga distancia. Ante los Pelicans se quedaron en un 22,7%. Aún así llegaron a ponerse a tiro de tres a falta de minuto y medio para el final. Venían de recortar una desventaja de más de 15 puntos y cualquiera podría pensar que el partido acabaría cayendo de su lado. Pero una vez más Holiday y Randle acabaron con sus esperanzas con una gran jugada individual del base, que penetró hasta llegar debajo del aro y, una vez ahí y rodeado de rivales, encontrar a su compañero que llegaba desde atrás para que se colgara del aro y pusiera el punto y final al encuentro.