Luka Doncic, a un punto de batir otro récord de la NBA, domina en su primera visita al Madison

Luka Doncic visitó por primera vez el Madison Square Garden de Nueva York como jugador de la NBA. Lo hizo de la mano de unos Mavericks que salieron a hacer el trabajo y quitarse este partido de encima ante el que es ahora mismo el último equipo de la Liga en la clasificación global. Le ganaron a los Knicks por 90-114.

El esloveno llegaba con la creencia de que podría batir, como ya viene siendo habitual, otro récord de la NBA. Esta vez no fue así. Necesitaba 17 puntos para llegar a los 1.000 e igualar a LeBron James como los jugadores adolescentes (inferior a 20 años) que menos partidos (49) han jugado para alcanzar esa cifra: se quedó en 16 puntos, a sólo uno. Pese a tener un día flojo en los porcentajes (2/9 en triples, 7/19 en todos sus tiros), volvió a sentar cátedra en un lugar especial añadiendo 8 rebotes y 5 asistencias.

Para los Mavs fue casi un trámite. Fue más todo lo que se generó alrededor, como lo anterior, que lo que en realidad se redujo al partido. Por ejemplo, que los aficionados del Madison se volvieran locos cuando salió a cancha Dirk Nowitzki, que éste se pusiera a dar lecciones al poste y que se celebraran sus canastas, siendo el mejor partido del alemán este curso (14 puntos). Por ejemplo, que los asistentes le cantaran a Fizdale un 'queremos a Kanter' que se hizo efectivo, con el turco besando el logo de la franquicia que preside el centro de la pista.

A partir del descanso no hubo más que hablar. Barnes, Matthews y Doncic ya habían avisado, pero en el tercer cuarto apretaron el acelerador. Sin embargo, el más completo de este encuentro no fue ninguno de ellos: Dennis Smith acreditó su 2º triple-doble en la NBA (13 puntos, 10 rebotes y 15 asistencias) justo en el momento en el que se acerca el cierre del mercado de traspasos y parecen calmadas las aguas en lo que concierne al suyo.