Los Utah Jazz vuelven a demostrar, seguramente más que ningún otro día, que están muy en forma. De la racha de seis victorias previa a la derrota en Portland, el equipo con mejor récord al que ganaron fueron los Clippers. Antes de eso todas sus otros triunfos estaban salpicados con derrotas cada vez que se veían las caras con un rival importante (Bucks, Raptors, Sixers) y así yendo hacia atrás hasta llegar al día de Navidad, cuando ganaron precisamente a los Blazers.

Por eso esta victoria ante los Nuggets es tan importante, porque le da al gran momento de los Jazz el espaldarazo que necesitaba para que todos nos lo acabásemos de creer. Se han enfrentado a uno de los mejores equipos de la liga y han ganado. Y lo han hecho siendo mejores de principio a fin. Ahora sí se puede decir alto y claro: ojo a los de Utah que ya están otra vez aquí.

Ricky Rubio volvió a ser titular y, aunque sólo jugó 24 minutos, sí estuvo en cancha en el último cuarto, cuando se decidía el partido. Y su actuación fue bastante buena. 17 puntos (6/10 en tiros), 3 rebotes y 6 asistencias. Poco a poco va recuperando sensaciones el español. Mientras tanto Donovan Mitchell sigue a un nivel espectacular. Lleva nueve partidos sin bajar de los 20 puntos, el de esta noche con 36 y un 6/10 en triples. Varios de ellos claves para apuntalar la ventaja en el segundo y el tercer cuarto. Pero en ese periodo de partidos promedia 5,4 asistencias (6 anoche) que están siendo una de las claves de esta buena racha. La dirección de Mitchell, que el balón esté en sus manos jugando de base. Incluso hoy, con la vuelta de Ricky, el escolta ha actuado mucho minutos de organizador.

Otro que está a un nivel impresionante es Rudy Gobert, imitando lo que le hizo ser Mejor Defensor del Año la pasada campaña. 15+10+3 y 3 tapones para él, que además se las tuvo que ver con uno de los pívots más difíciles de defender de la liga. Un Nikola Jokic que fue capaz de meter 28 puntos y coger 21 rebotes en presencia del francés. Una auténtica barbaridad.

Pero una de las acciones clave del partido ocurrió en los primeros minutos, cuando en un encontronazo entre Mason Plumlee y Derrick Favors ambos jugadores se enzarzaron y tuvieron que separarles mientras intentaban pegarse. Los dos fueron expulsados y esto provocó que en los Jazz Jae Crowder jugara más aún de lo habitual. El alero, que también tuvo un pique con Jokic, estuvo en 33 minutos en cancha (por los 27 de media esta temporada) y fue uno de los jugadores clave de los suyos. Metió 15 puntos y cogió 6 rebotes. Un triple más adicional desde la esquina sofocó el último intento de rebelión de unos Nuggets que empiezan a comprobar que seguir el ritmo de los Warriors es una tare muy dura.