Un pletórico Adam Hanga, con 24 puntos y 6 rebotes —16 en el tercer cuarto—, fue clave para que el Barça Lassa sumase una nueva victoria liguera, esta vez ante el Cafés Candelas Breogán (94-80), cortando la racha de cuatro victorias consecutivas del equipo lucense que nunca le giró la cara a los azulgrana.

El dominio del juego interior del Barcelona se vio respondido por el acierto exterior del Breogán (15 triples), que no pudo aprovechar los 14 rebotes ofensivos que capturó y que llevó a Pesic a una bronca monumental a sus jugadores al inicio del tercer cuarto, con 50-49 en el electrónico.
El técnico azulgrana dio descanso a Pau Ribas y dosificó al resto de plantilla donde Chris Singleton demostró hoy su calidad (14 puntos) y Rolands Smits aprovechó su oportunidad con 3 puntos y ocho rebotes.

El Breogán mandó de inicio (8-10, min. 4), pero el Barça, merced a un triple de Claver y acciones de Hanga, lograba un parcial de 7-0 (15-10, min. 6) para mandar en el partido y no dejar que su rival se marchase más en el marcador.

Los lucenses, por medio de Dragicevic y Vidal, apretaron de nuevo (22-20, min. 9), pero Tomic y un triple de Singleton daban respiro a los locales al final del cuarto (27-20).

Parecía que todo iba a quedar resuelto en el segundo cuarto con Singleton y Tomic, muy efectivos (35-22, min.15), pero los triples de Arco, Vidal y Alec Brown y la buena defensa zonal gallega frenaba el ataque local, llegando al descanso con 50-38.

La salida del tercer cuarto fue realmente demoledora por parte visitante, con tres triples de Alekasandar Cvetkovic, sumando once puntos en cinco minutos. Apoyado por Millsap, llegó el empate con un parcial de 4-16 (min. 25). Pesic había pedido tiempo y abroncado la poca intensidad defensiva de sus hombres y acierto en ataque.

Heurtel y Hanga, en un gran partido y con 16 puntos en este cuarto, tomaban las riendas del equipo y lograban cerrar el cuarto con un tranquilizador 77-66. La máxima ventaja azulgrana llegaba con un triple de Kuric al inicio del último cuarto y el Breogán bajó ya los brazos, pero el Barça ya notaba el esfuerzo de una dura semana.