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EUROLIGA | 12ª JORNADA

Desquite gigante del Madrid

Los blancos ganaron por 27 al Barça en la Euroliga 18 días después de sufrir una dura derrota en el Palau. Campazzo la metió desde 25 metros y Carroll rompió en el segundo cuarto.

Facundo Campazzo, en éxtasis.
Facundo Campazzo, en éxtasis.Sonia CanadaGetty Images

La mancha de una afrenta con otra afrenta se quita. Dieciocho días después, el Madrid borró de un plumazo el amargor de la dura derrota liguera en el Palau (86-69). Y lo hizo delante de una leyenda, Pedro Ferrándiz, al que se homenajeó sobre el parqué a sus 90 años. El histórico técnico bendijo en el palco la enorme labor de Pablo Laso, que desde 2011 ha abierto una nueva época dorada de la canasta blanca.

El Madrid, decimos, se desquitó a lo grande, marcó territorio en casa al tiempo que se señalaba con el dedo el logo de campeón de Europa. "Aquí estoy yo", gritó tras un segundo cuarto magnífico. Lo gritó Campazzo con un lanzamiento récord, desde unos 25 metros que embocó sobre la bocina del descanso. Como Doncic el curso pasado, incluso algo más lejos. Atrapó el rebote bajo su aro, avanzó con un paso sin bote e hizo volar el balón durante segundos… a tabla y dentro. Alarido blanco de éxtasis y +23: 53-30. Premio de vídeo y póster a su completo trabajo. Ataque y defensa, en toda la pista. Fue el único triple (7 puntos) del base argentino, pero añadió 6 asistencias y 4 robos. Un plus gigante para el colectivo.

El segundo había sido el cuarto estelar de Carroll. Amargó a Blazic y a Hanga, a Kuric... a quien se pusiera por delante. Las clavó de todos los colores, 15 tantos para agarrar el testigo de líder encestador. Incontestable. La posta se la había entregado Randolph, que tuvo su habitual momento de elegido por los dioses en el primer cuarto, el suyo. Trece puntos entonces y otra de las acciones de la noche. Se levantó desde el triple y, cuando se iba a comer la pelota, reaccionó rápido. De mente y luego de manos. Tiró el balón contra la espalda (baja) de Ayón, recuperó el rechace a modo de pared y acabó colgado del aro.

Tavares, Deck y Thompkins

Concentración, defensa, rebote y transición, el Madrid tuvo todo lo que había echado en falta en Barcelona. Apretó atrás como en los días grandes mientras que el Barça respondió con solo un triple en la primera parte. Puso la actitud a trabajar para su aptitud, para su talento, que es mucho incluso sin Rudy (enfermo) y con Llull en 0 de 7 de tres. Manejó a su favor las claves que Pesic pretendía evitar a toda cosa y se llevó en dos asaltos lo que tantas otras veces se resuelve en el minuto final.

La segunda parte nos dejó un amago baldío de reacción azulgrana (64-49 tras un parcial de 0-12) y nos dejó el crecimiento de Tavares ante un Tomic desquiciado por el tamaño del oponente y los gritos de la grada. También nos legó al Deck más vistoso, que pasó de anular a Claver de salida a gustarse como alero, y la manita incorrupta de un Thompkins (17 puntos) férreo en el rebote e incluso aplicado en la retaguardia.

Quinta victoria seguida blanca en Europa frente al eterno adversario, a una de cazarle en el balance histórico (14-15) y brecha abierta en la general de la Euroliga. Ya difícil de coser. Cuatro triunfos más que los culés para afianzarse en el podio de la clasificación junto al Fenerbahçe y el CSKA. Los elegidos.