KINGS 121-WOLVES 110

Los Kings sonríen y los Wolves se hunden: 0-8 ya fuera de casa

4-9 para unos Wolves que van de desastre en desastre y que volvieron a no saber jugar los instantes decisivos. 39+19 Towns. Los Kings, bien.

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Los Kings sonríen y los Wolves se hunden: 0-8 ya fuera de casa
JOHN G. MABANGLO EFE

No, las cosas en los Timberwolves no se van a arreglar por sí solas. No sé si la franquicia espera eso o simplemente está petrificada porque no sabe cómo salir del agujero en el que se ha metido cuando tenía que estar en plena expansión feliz. Es terrible: después de romper su maldición con los playoffs y de armar un equipo que hace un año parecía de altísimas posibilidades, todo se ha derrumbado como un castillo de naipes. No hay presente y la falta de decisión en los despachos puede hacer que acabe por no haber futuro tampoco. A veces hay que hacer cosas. Bien o mal, en un sentido u otro, pero hacerlas. Y la situación con Jimmy Butler se tiene que solucionar. En el sentido que sea.

La última derrota llegó en Sacramento (121-110), ante precisamente el equipo que es ahora el que más temporadas lleva fuera de las eliminatorias de forma consecutiva. Heredó el privilegio de los Wolves y lucha por una oportunidad para quitárselo de encima: 7-5 en un gran arranque de temporada.... y esta noche recibe a los Lakers (5-6) en un partido con mucha más enjundia de la que se le hubiera imaginado hace unas semanas.

Los Wolves, mientras, han perdido los cinco partidos de una dura gira por el Oeste, están 4-9 y son el peor equipo de la NBA a domicilio: 0-8. Los otros que todavía no han ganado fuera de su pista son (para entender dónde se mueven los de Minneapolis) Mavericks, Suns y Cavaliers. Hace mucho que dejaron de contar con su defensa y desde luego ya no pensamos que esa sea una seña de identidad de Thibodeau, no desde que llegó a Minnesota. El tiro exterior del que vivieron ante los Lakers se esfumó esta vez, aunque Derrick Rose (21 puntos, 6 rebotes, 5 asistencias) metió un par de triples (otra vez) en un 0-12 que puso a tiro de empate a un equipo que perdía 100-85 avanzado el último cuarto. Entonces, con 108-106, Jimmy Butler falló dos tiros libres, luego perdió un balón y los Kings se escaparon definitivamente. Butler trató de hacer lo que ha hecho otras noches: deambular durante un buen rato y activar el formato hero ball en el último cuarto. No funcionó. Andrew Wiggins no jugó (aunque a estas alturas es difícil casi hasta darse cuenta) y Karl-Anthony Towns dejó un monstruoso 39+19 que bajo la lupa no lo fue tanto: 29+8 al descanso, muchos problemas después, si bien lo intentó en el último cuarto. Nada. Que es en realidad la palabra que mejor define a estos Wolves.

En Sacramento, todo lo contrario: 40 puntos en transición rápida, al galope con Fox (10 asistencias sin pérdidas y 16 puntos) en pleno descorche dentro de un estilo que le va de maravilla, con un pívot como Cauley-Stein (15+5) corriendo la pista y Buddy Hield (decisivo en el último cuarto) abriéndose para lanzar. Los tiritos de Bjelica y el trabajo de un equipo por fin ordenado y en camino hacia asentar un estilo hicieron el resto, aunque Marvin Bagley progrese lentamente. Van bien las cosas en Sacramento y hoy llegan sus odiados Lakers. Si ganan, permiso para esa euforia históricamente tan esquiva.