Para entender esta victoria de los Lakers tenemos que viajar al pasado.

Primero, al 3 de marzo de 2014. Ese día los angelinos gozaron de la -hasta hoy- última victoria en Portland, ya que llevaban 16 partidos sin ganar en la cancha de los de Oregón: Pau Gasol, lideraba aquel equipo con Jodie Meeks, Kendall Marshall, Kent Bazemore y Wesley Johnson acompañándole en el equipo titular.

El segundo viaje es al 18 de octubre de este mismo año, hace menos de un mes. Fue el debut de temporada para el equipo de Los Ángeles, el primer partido en el que LeBron James se enfundaba la camiseta de los púrpura y oro en partido oficial. Entre Lillard y el inesperado Nik Stauskas destrozaron las ilusiones de 'The King' de iniciar esta etapa con una victoria.

Esta vez fue un sí

Ya en el presente, los Lakers dieron muestras de mejoría en este encuentro. Avanza la comunicación, algo que se siente viendo a Rajon Rondo (17+6+10) ser uno de los mejores jugadores en la pista. En esta ocasión tocó victoria, 110-114 ante los competentes Trail Blazers de Terry Stotts.

Empezaron, sin embargo, bien los locales. Lillard y McCollum comenzaron bien, como pareja bien avenida. Ya en ese primer cuarto cogieron una ventaja de diez puntos que hacía presagiar lo peor para los Lakers, pero éste era otro partido.

Rondo se gustaba y bajo sus mandos se crecía, por ejemplo, Ivica Zubac. El segundo periodo mostró una mejor cara del equipo visitante, pero todavía no suficiente. Dos acciones potentísimas de Aminu y un triple de Turner dejaba aún en ventaja a Portland al descanso.

En el tercero los Lakers doblaron a su oponente. Momento para Caldwell-Pope, para buenos balones colgados sorprendiendo a los defensores del otro equipo, para centelleos de Kuzma y Hart, para el Rondo mandón y el McGee disfrutón.

Se pusieron 75-95 (minuto 39) ante incluso la sorpresa reflejada en la cara de LeBron James, que acabó con 28 puntos, y los Blazers sólo pudieron tirar del carro para dejarlo a las puertas de la remontada, no llegaron a tiempo.