Apoteósica Bélgica: humilla a Francia y jugará ante EE UU
Liderada una vez más por Anne Meesseman (16) y Kim Mestdagh (23), estará en la lucha por las medallas en su primera participación en un Mundial.
Encendida y con una energía desbordada que trituró a la Francia de Gruda (86-65), una Bélgica apoteósica alcanzó las semifinales del Mundial de España en su primera participación en el torneo. Un éxito brutal que hace bueno el trabajo de formación de su Federación y que le permite, como regalo a una trayectoria memorable, estar en la lucha por las medallas y jugar contra Estados Unidos. Por momentos, y considerando que las yankees comen aparte como le gusta decir a Lucas Mondelo, Bélgica ha sido la selección más divertida del torneo. Ágil con sus bases Allemand, Vanloo y Carpreaux, amenazante en el perímetro con Mestdagh, demoledora en la pintura con Meesseman y la veterana Wauters. Una alegría para un pequeño país sin vasta tradición de baloncesto que debe estar alucinando al otro lado de la pantalla con las diabluras de sus chicas.
Bélgica jugó una primera parte sencillamente memorable, confirmando su condición de selección más divertida del campeonato. No fue el resultado, ya de por sí arrollador (53-31). Fue cómo borró a Francia del mapa, su manera de jugar al baloncesto en equipo: 17 asistencias que permitieron 26 puntos en la pintura, la mayoría de canastas fáciles (10 puntos al contragolpe). Con una jugadora encendida, Kim Mestdagh (hija del seleccionador), que hizo 18 puntos. Con su hermana Hanne, que también se destapó con dos triples sensacionales. Tan impresionante fue el baloncesto desatado de The Cats que Emma Meesseman pudo descansar casi diez minutos en los dos primeros cuartos. Al descanso, Bélgica ganaba 53-31 y la hiperactiva Marjorie Carpreaux se retiró enseñándole músculo al cámara de la retransmisión. Su imagen era la de Bélgica, completamente encendida.
Las gatas ampliaron su diferencia hasta los 28 puntos, 61-33. Pero, por un momento, parecieron explotar, tal vez demasiado llevadas al límite por su seleccionador (Philip Mestdagh es padre de Kim y Hanne). Un parcial de 6-24 colocó a Francia a 10 puntos (67-57) con casi todo el último cuarto por jugar. Ahí apareció, una vez más, Kim Mestdagh: un dos más uno liberó definitivamente y quitó el miedo a ganar de las belgas, que le dieron continuidad a la gesta que consiguieron ante España, acabaron bailando a Francia con triple final de la excéntrica Carpreaux y hacen historia.