Beaubois da una vida extra al Baskonia en la Euroliga

Comenzó Baskonia un punto arriba el último cuarto pero un parcial de 5-0 con canasta y triple de Timma obligó a Obradovic a pedir un tiempo muerto precipitado. El Buesa era una caldera y la afición agitaba al unísono las bufandas que el club había regalado a la entrada. “Not in my house” rezaba el lema serigrafiado. Nada más salir de este tiempo fue el propio letón quien enchufó otro triple. Ocho puntos seguidos del mismo jugador, un hombre que hasta entonces no había anotado. La victoria no se podía escapar y no se escapó.

En el ecuador de esa entrega, Kirolbet ganaba por 16 (la máxima del choque). Tras el 82-66 no hubo capacidad de respuesta turca aunque se acercó a 5 puntos con el guarismo final. Fenerbahçe tardó seis minutos en conseguir su primera canasta en juego dentro del último cuarto. Habrá un nuevo enfrentamiento en la serie que se disputará en el Buesa Arena este jueves a las 21:00 La serie está, ahora mismo, 2 a 1.

Partido de altos vuelos el jugado en el Buesa Arena. El ambiente estuvo caldeado a pesar de la ausencia al principio de los miembros de la peña Indar Baskonia que, a las 19:30, recibieron al equipo a las puertas del pabellón y encendieron una bengala. La Ertzantza detuvo a un miembro y la situación se enconó.

Hubo una segunda retención por falta de respeto a la autoridad y los seguidores, que ocupan un fondo entero –el más bullicioso- boicotearon medio partido. El Team Manager, Félix Fernández, intentó mediar con el cuerpo policial pero no pudo resolver nada. Al final el equipo se vio perjudicado por esa circunstancia aunque la peña volvió tras el descanso y animó en los dos últimos cuartos con intensidad.

El primer cuarto fue estruendoso porque los árbitros (a instancias de Obradovic) pitaron una antideportiva a Vildoza con el 18-10. De ponerse diez arriba al empate a 18 con la salida a cancha de Sloukas. Para entonces Fenerbahçe sumaba tan sólo una falta de equipo y faltaban dos minutos para concluir el periodo. Los más destacados eran Beaubois y Dixon (rebautizado como Ali Muhammed). La buena noticia llegó en los últimos segundos, con el regreso de Granger tras su lesión de tobillo.

Los malos porcentajes se adueñaron de los dos equipos en la reanudación. Trabajaban bien las jugadas pero lanzaban muy mal. Kirolbet dio un pequeño tirón y, tras un mate de Poirier, Obradovic pidió tiempo muerto con el 29-24. La anécdota en esa fase del partido fue un golpe entre Shengelia y un árbitro. Uno se dolía del pómulo y el otro de la cabeza. La defensa baskonista funcionaba tanto en individual como en zona y la del Fenerbahçe, de cambios automáticos, también hacía mucho daño a los de Pedro Martínez. Pero hubo un tirón final y los vascos llegaron a ir ganando por 12 puntos con el 47-35. Al final se fueron con 11 de diferencia al descanso. Endosar esa cantidad de puntos a un conjunto de Obradovic ya, en sí, tiene un mérito enorme. El serbio se marchó a los vestuarios con la cara de color morado y es que Kirolbet ganó ese cuarto 28-18.

Los otomanos recortaron las diferencias (58-54, min. 26) pero Matt Janning –el mejor baskonista de la serie- empezó a anotar compulsivamente. Claro que llegó luego la respuesta turca en la mano de Guduric, con dos triples consecutivos. El banco local se quejó amargamente de alguna decisión arbitral (como en el segundo partido de la serie) y el luminoso señaló un apretado 67-66 al final del tercer cuarto con un Jan Vesely sideral. El resto de la historia está ya contada.