BILBAO BASKET

Bilbao Basket-Betis: "No es parecido a una final, es una final"

Redivo y Pere Tomàs asumen que se juegan media permanencia el domingo ante el cuadro andaluz. El catalán ya vivió un descenso con Manresa: "Fue muy duro, no quiero que se repita"

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Bilbao Basket-Betis: "No es parecido a una final, es una final"
Aitor Arrizabalaga

Las caras en Miribilla son largas. El Bilbao Basket se ha puesto a ver el vídeo sobre lo que viene haciendo mal estas jornadas y frente a la terapia de decenas de esprints de la semana pasada, Mrsic ha encabezado una sesión exigente en la que no ha participado el lesionado Mendia. Sí está, a plena potencia, Hervelle, que recibió un golpe en el costado en Valencia y no pudo actuar en la segunda parte. Ha estado, como habitualmente, en la sesión vespertina el director deportivo, Raúl López, y el consejero que manda, Carlos Del Campo. Viene el partido más importante de la era moderna del club. Al nivel de aquel Bilbao Basket-Breogán de la temporada 2005-06 en La Casilla que decidía media permanencia y estuvo a punto de anotarse el club lucense (nadie se olvida de un tiro decisivo del base breoganista Gerald Browm en la cabeza de la zona, uno de esos que metió a decenas durante su campaña en el Pazo Universitario en compañía de Mickeal).

El partido ante el Betis va a aclarar mucho en la parte baja de la tabla. Si gana el Bilbao Basket, amarrará media permanencia, ya que dejará a los verdiblancos a dos victorias más el average, con 11 partidos por jugar y solo cinco triunfos de los andaluces, parece un colchón definitivo. "Es una final. No es que sea lo más parecido a una final, es que es una final y hay que estar ya desde hoy concentrados y enfocados al 100 por cien para jugarla como tal", señala Redivo, al que la vida le sonríe en el actual momento, con más minutos y tiros en pista. "¿A quién no le gusta tener más minutos y protagonismo? Pero lo importante es que el equipo gane, que juegue buen baloncesto, que le vaya bien, tirar para adelante y todos hacia el mismo lado. Mientras hagamos eso, mientras estemos todos concentrados en que es una final y en hacerlo de la mejor manera posible, estaré contento. Después, que tenga que jugar dos minutos o 20 es igual. Siempre lo importante es lo mejor para el equipo", subrayó.

En el caso opuesto está Pere Tomàs, que firmó por tres años contando con la confianza de Carles Duran y ahora se ve relegado. "A todo el mundo le gusta jugar y estoy con menos minutos, pero queda en segundo plano con la situación del equipo, con el partido del domingo hay que ir todos a una". Una rotura de fibras le ha dejado atrás en la rotación pero confiesa que está bien físicamente. "No es la primera vez que estoy en una situación así y voy a intentar salir de ella con trabajo". Acaba de ser padre. El alero catalán ya vivió la pesadilla del descenso en Manresa. "No me meto mucho esto en la cabeza, el año pasado fue muy duro, no quiero que se repita, estamos a tiempo. Hay que sacar la cabeza y conseguir victorias".

El canterano de la Penya mira al frente con la cabeza liberada de torturas: "Todo el mundo es consciente de lo que nos jugamos, sabemos que es un rival directo. No vamos a meternos en la cabeza si es a vida o muerte, si ganamos aún no habremos logrado nada, a lo sumo estar más tranquilos y un colchón sobre el descenso. Debemos tener la cabeza fría, hacer un buen partido y poner el corazón como hacemos con todos los rivales. Llevamos una mochila que nos está pesando mucho, Tenemos que sacarnos está tensión y hacer las cosas básicas". Redivo acabó con una referencia al detalle del coeficiente con los béticos (+8 para los vizcaínos): "Si ganamos tenemos además el average, que es muy importante, y les sacaríamos dos victorias. Por lo que es una final en la que no hay que regalar nada y dejarlo todo", reparó, al tiempo que mostraba su fe en el apoyo de Miribilla. "Jugar en casa es increíble, no sé qué más decir a la afición, no se le puede pedir nada más".