Banvit
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Finalizado

MOVISTAR ESTUDIANTES 78-BANVIT 73

Suton pone al Estudiantes cerca de los octavos de la Champions

El bosnio anotó 26 puntos, once en el último cuarto cuando el Banvit más apretaba. Gran primera parte. Desastrosa segunda. Falta una jornada.

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Ciclotimia como forma de vida. El Movistar Estudiantes no ha aprendido esta temporada a ganar un partido con tranquilidad. Siempre, día tras día, en Liga Endesa o Champions, el equipo tiene una necesidad brutalmente sádica de sufrir. De enlazar primeras partes sublimes con auténticos desastres en las segundas. "Hay que contratar un psiquiatra", sugería un compañero. Vendría fenomenal. Solo así se explicaría científicamente cómo es posible pasar de un +24 descanso (51-27) hoy ante el Banvit, tras dos cuartos sublimes (61% en tiros de campo, 8 de 13 en triples), a un simple +4 (58-54, min. 32) para acabar con un triunfo clave ante el líder (78-73) del grupo. Un victoria vital para acariciar los octavos de la Champions. Queda una jornada, y a la espera del Bayreuth-Venecia de este miércoles, los colegiales se sitúan segundos con ocho victorias, las mismas que Estrasburgo, una por debajo del Banvit y una por encima del AEK. Los colegiales tienen ganado el basket average particular a los tres.

Las cuentas del Estu: ¿qué hacer para estar en octavos?

Y las puertas de la siguiente fase están abiertas por Suton. Siempre ofrece algo. Es un guerrero. Pero frente a los turcos fue un poco más allá. El pívot acabó con 25 puntos y 12 rebotes para 34 de valoración. Anotó 5 triples en ocho intentos, cuatro de ellos seguidos en el primer cuarto cuando los colegiales cogieron una renta importante de +18 (22-4). Una bandeja sobre la bocina de Brizuela extendería la distancia hasta el +22 (32-10) al finalizar los diez minutos iniciales con un Arteaga en pleno crecimiento. El propio escolta pondría la máxima desde el perímetro (+26, 51-25). 20 minutos de auténtica delicia de baloncesto. Vidmar hacía daño en el rebote de ataque y Taylor, algo en el triste ataque otomano: solo nueve canastas al descanso de 31 intento. Una estadística demoledora.

Fácil, ¿no? Las cuentas estaban ahí. A los de Maldonado les servía con perder el tercer cuarto de once de diferencia y el cuarto, de doce (o viceversa), y les sobraría. El Banvit recortó 18 tantos en ocho minutos. Parcial 2-20 con Caloiaro de aniquilador. La defensa zonal más el control del rebote (15, 7 de Vidmar) junto a Kulig disfrazado de Vidmar hicieron el resto. Los colegiales solo lograron tres tantos en esos ocho minutos. Que se convirtieron en siete antes de comenzar una última fase que se complicó todavía más tras descerrajar un triple Taylor y anotar fácil Kulig.

Ahí, en el instante más oscuro, surgió la figura de Suton. El bosnio se creció con Hakanson en la dirección. No le tembló en pulso en el peor momento posible. Endosó nueve tantos casi consecutivos. Incluido un triple demoledor que, unido a otro del base sueco, evitaron males mayores: del 64-56 al 76-63. Un mal rato para otra alegría. Ahora toca certificar el pase en Venecia. Otra batalla. Otro gran final.