El Estudiantes desperdicia ante el Bayreuth su primera bala

El Movistar Estudiantes desperdició la primera de sus tres balas para clasificarse a la siguiente fase de la Champions FIBA. El equipo colegial erró, en unos malos y descontrolados minutos finales, ante el Bayreuth (68-76). Quedan Banvit y Venecia en Italia. Cayó tras controlar 35 minutos y con una sequía inquietante en la última rampa: desde el 4:29 los de Maldonado se quedaron en 68 puntos. Secos después de una canasta de Hakanson. Los alemanes, incluso, se llevaron el basket average: perdieron en Baviera por seis y en Torrejón ganaron por ocho. Saldo positivo de ­más dos. Es la primera vez que los ramireños pierden un duelo directo. Mal momento para fallar. Mal momento para volver a las costumbres del pasado: triples alocados (8/20) y perdida del rebote (38-45).

Dos etapas vivieron los estudiantiles en la primera parte. Una de supervivencia, otra de consolidación. El Bayreuth salió disparado. Mucha piña entre jugada y jugada para despegar con un 0-7 de parcial. Marei superaba al poste a Alec Brown, y Cvetkovic recortaba desde la personal. Pero el paso de los minutos beneficiaba a los de Maldonado, sobre todo con Suton y Brizuela en cancha. El primero enseñaba a bailar por dentro y disparar por fuera, y el segundo era un perro de presa. Del 0-7 se pasó al 20-15 de final del primer periodo con Landesberg dando algún destello. No fue su día y lleva ya varios. Tampoco el de Cook, seguramente su peor partido del año. La siguiente fase llegó a continuación con Brown y Cvetkovic descerrajando sendos triples y poniendo la máxima del partido para los suyos (35-22, min. 16). Ambos concluyeron el voluntarioso trabajo de Arteaga.

El pívot, más enérgico que efectivo, se llevaba la ovación del público en cada acción que realizaba. Acabara bien o mal. La afición espera mucho de él. Veremos. El 4-12 bávaro (39-34) antes del descanso dejó una sensación de trabajo incompleto y abrió la segunda parte con aroma a ruptura o debacle.

Y la balanza se inclinó hacia la opción B. Casi siempre es así. Landesberg y Brown rompieron (45-36), pero Brooks llevó al Estu al límite. El estadounidense rozó la perfección en el tercer periodo: nueve puntos casi seguidos antes de abandonar la cancha por problemas de faltas. Él solo remontó el partido: 48-50. Maldonado tiró de los jóvenes para recuperar el terreno perdido. El pase estaba en juego y dio toda la responsabilidad a Brizuela (se retiró al banquillo con una lesión en el tobillo derecho, minuto 32), Vicedo, Arteaga y Hakanson. Lo intentaron, cuajaron buenos instantes, pero Wachalski (16) y Robinson (12) evitaron que los colegiales se llevaran el pase. Habrá que esperar y tener más puntería en los instantes decisivos.