Sufriendo, porque es lo que toca esta temporada, los Grizzlies ganaron a unos Pelicans sin Anthony Davis (105-102) y sumaron su decimotercera victoria (13-27), lo que les deja exactamente con el mismo balance que Kings y Lakers en la cola del Oeste. Los Pelicans, por su parte, perdieron una oportunidad de oro y siguen octavos (20-20), con un ojo puesto en el tobillo de Davis. Sin él, DeMarcus Cousins se puso al mando de las operaciones. Llegó en 2/10 en tiros a un último cuarto en el que anotó 14 puntos con 3 triples para que su equipo remontara un 84-73. Pero en la penúlltima posesión, a seis segundos del final, Marc Gasol le robó la posesión decisiva con 103-102. Después, Tyreke Evans (sigue a lo suyo: 28 puntos) anotó dos tiros libres y Moore falló un triple que habría llevado el partido a la prórroga.

No fue un triunfo bonito… pero fue un triunfo. Los Pelicans, incluso sin Davs, salieron mucho mejor al partido pero los Grizzlies reaccionaron. En el segundo cuarto a base de rebotear mucho, en el tercero con una defensa que dejó a los Pelicans en 9 puntos (4/14 en tiros, 0/4 en tiros libres), solo dos en los últimos seis minutos y medio. De ahí al 77-70 (solo anotaron 17 los locales) del final del tercer cuarto para unos Grizzlies que llevaban desde el viernes sin jugar.

Además de los puntos de Evans, Jamychal Green sumó 20 puntos y 14 rebotes y Marc Gasol (5/5 en tiros en el primer tiempo), olvidó sus recientes problemas para cerrar partidos y, además del robo decisivo a DeMarcus, anotó 7 puntos en el último cuarto y terminó con 21, 10 rebotes y 7 asistencias. Obviamente, sigue siendo muy bueno en lo suyo. Aunque este año le esté costando un poco más demostrarlo.