El Movistar Estudiantes celebra una fiesta ante el Estrasburgo
El equipo colegial realizó su mejor partido en la Champions. Ganó su sexto choque y recuperó el ‘average’ particular ante los franceses.
El Movistar Estudiantes tenía que cumplir por duplicado ante el Estrasburgo para despejar algo su camino a la siguiente fase de la Champions FIBA. Y lo hizo a lo grande. Ganó con el mejor partido de la temporada (81-65) a un equipo francés completamente diferente al visto en la ida. Además, dio la vuelta al -3 de Francia y se hizo con un ‘basketaverage’ particular que puede ser fundamental en un Grupo C demasiado comprimido para que algo esté claro, a pesar de que faltan solo cuatro jornadas para el final.
En su partido número 27 de la temporada, el Estu realizó su primera parte más brillante del curso. Anotó 51 puntos (cinco más que en el otro gran encuentro, ante el Obradoiro) y recibió solo 30 (por 36 del día frente a los gallegos). Todo fue rodado. Minuto a minuto, los pupilos de Salva Maldonado arañaron tantos y distancias en el marcador. Del 4-4 con Bilan ‘molestando’ la zona al 22-13 del final del cuarto inicial, los estudiantiles cerraron filas atrás con Brizuela emparejado con el más feo. El vasco ha ganado importancia donde menos se le esperaba, con defensas de piernas ante Waynes (Joventut), McCalebb (Zaragoza) y Wright primero y luego Bost en Torrejón. Mientras, Landesberg iba a lo suyo: ocho puntos en 10 minutos. Luego, Vicedo. El canterano eclipsó el segundo cuarto con 11 tantos y 3 de 3 desde el triple. Incluso Caner-Medley y Peña encontraron cierta paz de espíritu. Collet miraba y solo Bost encontraba el norte, aunque se perdía en las orejas de los árbitros.
Y para grata sorpresa, los colegiales no se hundieron. Ni clásica pájara del tercer cuarto ni doctor Jekyll y míster Hyde. Todo fue rodado para ellos y nada para los franceses que se las apañaban para no entrar en el encuentro. Ni los tiros libres ayudaban al Estrasburgo: solo tres de nueve en 30 minutos. Una condena que el Estu supo aprovechar. Cinco puntos seguidos de Alec Brown pusieron la máxima (66-40 min. 29). Desde ahí, el Estrasburgo solo trató de maquillar, mientras los madrileños sonreían de oreja a oreja.