El madridista Usman Garuba domina en el Torneo de Íscar
España se apuntó el torneo en el que también participaron la selección de Castilla y León, Italia y Turquía. Garuba promedió 12,3 puntos, 14,3 rebotes y 26,7 de valoración.
España conquistó el Torneo de Íscar gracias al dominio de su gran juego interior y al talento de sus líneas exteriores. Usman Garuba, canterano del Real Madrid, fue uno de los más destacados.
España 101-Castilla y León 36
La Selección española cadete se impuso a la de Castilla y León por 101-36. El 27-6 de parcial del primer cuarto fue decisivo. La pareja interior del Real Madrid, Usman Garuba (17+7) y Rubén López (16+7) fueron los mejores jugadores, con buenas actuaciones ofensivos de Adriá Domenech (14), Héctor Alderete (10) y Pau Tendero (9).
España 103-Italia 65
Con una defensa intensa, una velocidad en el juego y un acierto espectacular en el tiro exterior, España se ‘gustó’ ante Italia con un arsenal ofensivo en la línea exterior. Antes del descanso Pau Tendero ya había anotado 16 puntos, por 13 de Héctor Alderete. De nuevo superando el centenar de puntos, los de Javi Zamora mostraron buenas sensaciones aunque en el segundo periodo Italia consiguió que la ventaja no se incrementase más. Cuatro jugadores superaron los 20 puntos de valoración, con Alederete (22) y Tendero (23), más brillantes ofensivamente, con Rubén López haciendo un trabajo muy serio (15+5) y con Usman Garuba dominando la pintura con 19 rebotes, 17 de ellos defensivos.
España 99-Turquía 56
En el minuto 5 los de Javi Zamora ya superaban los 10 puntos de ventaja (18-7) llegando al +20 al final del primer cuarto. Un parcial de 17-0 demoledor ponía el 31-7 que hundía las aspiraciones de Turquía. Usman Garuba seguía siendo el pívot dominador (17 puntos) sin acaparar demasiado protagonismo en ataque, mientras que en el exterior Pau Tendero anotaba con facilidad (25 puntos). Además, se unían a ellos Héctor Alderete (13) y Pol Mulio (21) para dejar sin opciones al equipo otomano. La diferencia en el rebote (45 por 28) y las 21 recuperaciones de balón permitían a España poder correr y anotar sin tener que jugar posesiones de cinco contra cinco.