Landesberg reinó este domingo en el pabellón de San Pablo. El alero estudiantil sometió brutalmente al nuevo Betis de un Óscar Quintana que trata de resucitar al equipo de una temporada huérfana de victorias. Tras caer frente al Estudiantes ya son siete derrotas en las siete jornadas que llevamos de Liga Endesa. Hay tiempo y jugadores. En varias fases del encuentro, además, hubo actitud y ramalazos de superioridad con Kelly y Anosike, principalmente. Pero falta trabajo y no tener enfrente a un tornado estadounidense que, desapareció en el primer tiempo, surgió con una segunda parte de matrícula: anotó 26 de sus 28 puntos en los veinte minutos finales con un 11/15 en tiros de campo (4/7 en triples). Un papel que se sumó al (por fin) acierto desde el perímetro colegial: del 24,5% acumulado de la temporada, que le convierte en el último del ránking, a un envidiable 45% con 14 triples. Nada mal. 

Tuya, mía y de nadie. O del orden al descontrol para que nada cambiara. Así fueron los primeros 20 minutos. Los madrileños entraron desconocidos: no se fueron del partido a las primeras de cambio como en las últimas fechas y reaccionaron con rabia al fiasco del Olimpia de Liubliana. El reluciente Nik Caner-Medley y sus nueve puntos de arranque pusieron ocho arriba a los estudiantiles (9-17). El estadounidense se ha olvidad de su anterior versión con problemas físicos y muestra galones: 22 puntos, 3/6 en triples. El escenario era desconocido para el Estudiantes, pero se antojaba bastante cómodo ante unos sevillanos más ansiosos (la clasificación es lo que tiene) que disciplinados.

Cook presionaba de salida y la defensa paraba los golpes. Pero el estadounidense salió y tres fallos de Víctor Arteaga dieron aire a los béticos. Golubovic empataba con un dos más uno, mientras que Anosike daba una primera ventaja y la máxima +7 (33-26). El de Nueva York se hacía fuerte en la zona colegial y Medley, en toda la pista para que los locales no se desmadraran: otros nueve tantos suyos dejaron que San Pablo llegase al descanso con la sensación de que algo se escapaba con un 51% en tiros de campo y ante un Estudiantes caótico con demasiado sudor para que su ataque fluyera con cierta estabilidad.

Landesberg, 15 puntos en el tercer cuarto

Y ante tanto caos, Landesberg. Como ante el Barcelona empezó lento pero seguro y machacó cualquier tipo de movimiento rebelde. Hizo 15 tantos en el tercer cuarto. Y de todos los colores: dos triples, penetraciones, lanzamientos en suspensión... los latigazos de Nelson y Boungou-Colo no servían. Kelly desaparecía del partido con cuatro faltas y Anosike ponía más pundonor que resultados y poco pulso en el tiro libre. Dos triples de Franch ponían cierta salsa al duelo (68-70), pero Cook, con otros dos (74-82), para un inmaculado cuatro de cuatro, daba la tercera victoria a un Estudiantes que va cogiendo buen color en el mes de noviembre a pesar de los resbalones.