Eslovenos, también de bronce

Sabonis al hospital. Vivir el baloncesto de forma apasionada ha sido su constante. Lo hacía de jugador (alguna baldosa de vestuario rota de un puñetazo puede dar fe) y ahora lo hace como dirigente. Tanto es así que la eliminación de su selección en el Eurobasket estuvo a punto de costarle un disgusto. Arvydas Sabonis tuvo que ser hospitalizado en Estambul durante 24 horas por un problema cardíaco. Según los médicos, el estrés del campeonato y la pronta eliminación de Lituania le pasaron factura. Por fortuna fue un susto. Por desgracia, la actuación de su selección no estuvo a su altura.

Eslovenia y el bronce. Dos semanas de campeonato se hacen largas... y a los jugadores les queda tiempo libre. Al italiano Datome lo he visto en el hotel siempre leyendo, los hermanos Hernangómez, por ejemplo, están con la biografía de Agassi, pero lo que triunfa en Estambul es la piscina. Poco se ve por ella a los rusos (supongo que no habrán traído la crema necesaria siendo tan blancos), pero los eslovenos ocupan su espacio. Y el de los demás. La selección revelación pasa su tiempo al sol cambiando de color. El bronceado de algún finalista es evidente. Es una lástima para nosotros que, con ese amor por el bronce, vayan a luchar por el oro.

Los 40 kilos. Uno no se hace a la idea de lo que mueve la selección hasta que convive con ellos. La cantidad de gente que los rodea, sus necesidades y sus interioridades. Compartiendo estos dos sustantivos está lo de la lavandería. Cada día la ­Selección manda a lavar ¡40 kilos de ropa! Calculando que todas las selecciones manchen lo mismo y que el pasado fin de semana había 16 en el mismo hotel, el espacio dedicado a la lavandería debe ocupar lo que la cancha de juego.