Ya después de aquella exhibición de Lille en 2015 que sigue poniendo los pelos de punta, los 40 puntos en la semifinal frente a Francia que fueron coronados con el título ante Lituania, se habló de un Gasol de leyenda en los ­Eurobasket. Pero cuando pueden llegar los récords es en Cluj Napoca (Rumanía) y Estambul, en este Europeo de 2017. Por partes, Pau Gasol está a 60 puntos de ser el máximo anotador de la historia torneo. A día de hoy es el tercero en la tabla (1.044 puntos en 51 partidos), sólo por detrás de Dirk Nowitzki (1.052 puntos), con quien tantos duelos ha compartido, y de Tony Parker, su compañero en San Antonio Spurs que anunció su retirada de Francia en los Juegos de Río. (Parker suma 1.104 en 68 partidos).

Además, Gasol, que hizo nada menos que 230 puntos en el anterior Eurobasket, es junto al croata Kresimir Cosic (histórico pívot de la antigua Yugoslavia en los setenta) el único jugador que ha ganado dos MVP de un Eurobasket (el croata logró los galardones en 1971 y 1975). Gasol los consiguió en 2009 y 2015. Pero hay más. Si fuera el máximo anotador del Eurobasket, alcanzaría a otro mito. ­Nikos Galis fue máximo encestador del torneo continental en cuatro ocasiones, una cifra que parecía ­inalcanzable. El griego tiene la mejor media anotadora de largo del torneo: 1.030 puntos en 33 partidos, a 31,2 de media. Un registro tremendo.

Cuando muchos daban por hecho la retirada de Pau Gasol en los Juegos de Río, pocos advirtieron su deseo de volver a jugar con su hermano Marc, que tiene aún clavada la espina del Mundial 2014. La FEB, además, sabía que se guardaba esta baza. Jorge Garbajosa, su presidente, conoció a Gasol en la cancha. Pocos saben igual que él hasta dónde llega la ambición del pívot de Sant Boi. Por eso todos los inputs de la FEB, también en la gira que Sergio Scariolo hizo por Estados Unidos, fueron positivos. Gasol sabe hasta qué punto puede alargar su leyenda en este Eurobasket que, además, tiene el punto sentimental de la despedida de Navarro, su compañero de habitación, amigo y acompañante en este viaje que empezaron, curiosamente, en Estambul. Allí, Pau y Juan Carlos jugaron su primer gran torneo de selecciones, el Eurobasket de 2001. Y allí podrían jugar el último. En el caso de Navarro está confirmado.

Gasol ha tenido una preparación relativamente tranquila. Sin problemas físicos (en uno de los amistosos se quedó en el vestuario al descanso víctima de un proceso gripal). El 24 de julio anunció su renovación por tres años con los Spurs haciéndole un guiño a Piqué (“me quedo”). Si cumple su contrato, lo terminará casi con 40. Para entonces el Barça sueña con incorporarlo al puesto que él prefiera de su staff. Pero Gasol tiene muchas más propuestas. Y muchas en EE UU, donde ha echado algo más que raíces.

Eurobasket: anotadores históricos