Remontada de España y palmeo decisivo de Pau Gasol en Lituania

España pasó una prueba de carácter de Lituania. Y lo hizo con su líder de siempre al mando. Pau Gasol anotó 24 puntos (19 de ellos en la primera parte) y firmó el palmeo de la victoria (78-79) a ocho segundos en el final. Gasol, que nunca falla, y España demostraron estar listos para empezar el Eurobasket. Sufrieron un buen rato ante una selección con orgullo y algún jugador de categoría como Valanciunas y Kuzminskas, pero no se abandonaron y, en lugar de pasar de puntillas y dejarse ir, fueron profesionales. De partidos así suelen salir muy buenas cosas, campeones incluso.

El partido de Vilnius ya no se jugó como un amistoso. Se sudó cada canasta y se peleó con ambición la victoria, como si hubiera cosas oficiales en juego. El final fue excelente, con numerosos cambios de liderazgo en el marcador. Con 70-71, Marc falló una canasta fácil con la mano izquierda. Lituania recuperó el mando y alcanzó un 75-71 solvente con Valanciunas, un martillo pilón, al mando. Pau, Sergio y Ricky voltearon de nuevo el marcador hasta el 75-77, pero Maciulis hizo un triple fantástico. A 26 segundos ganaba Lituania 78-77, pero a 8 segundos volvía a mandar a España. Abrines fue decidido hacia canasta pero su ‘bomba’ pegó en el aro. Gasol, el rey de la zona, palmeó en dos intentos. Kalnietis no esquivó las trampas de la defensa de España y el asunto quedó 78-79 en Vilna.

Eso fue al final. El principio fue duro para España. Marc hizo dos faltas en un periquete y no fue fácil sustituirlo. Oriola ha perdido algo de gas en los últimos días y a Willy también se le hizo difícil. Lituania se escapó con facilidad en el marcador y llegó a ganar 35-24 y 43-32. Al descanso, y con Marc sentado con tres faltas, no había buenas sensaciones (46-36). Scariolo, sin embargo, supo reaccionar y transformar a sus jugadores. España jugó un tercer cuarto sobresaliente en defensa y, al fin, apareció Abrines. Un jugador con ese talento para anotar tiene que ser tan aprovechable como lo fue en Lituania. Él solito le dio la vuelta al partido (58-59 al final de un tercer cuarto en el que anotó 13 puntos). El trepidante final queda explicado arriba. También la tremenda ambición de un equipo que, después de haberse colgado mil medallas, se baja al fango para ganar un amistoso. Por eso despiertan tanta ilusión cada verano.