Croacia: la hora de reverdecer laureles parece no llegar nunca
Desde 1995 no se sube al podio. Tomic ha desaparecido del equipo y tampoco estarán Rudez, Hezonja, Zizic... Bogdanovic y Saric, líderes.
Los buenos tiempos del baloncesto croata quedan lejos, muy lejos ya ahora que se cumplen 25 años de los Juegos de Barcelona, donde el equipo balcánico logró una plata histórica, que era como uno: el primero detrás del Dream Team. Luego llegaron los bronces en el Mundial 94 y en los Eurobasket 1993 y 1995. Y se acabó. Llegaron tiempos oscuros, marcados por equipos con mucho talento pero incapaces de generar química y de competir con dureza, equipos con mucho nombre pero resultados a veces discretos y otras directamente catastróficos. En busca de la personalidad perdida, la Federación croata se puso por tercera vez en manos de Aco Petrovic, que desde luego hizo notar su mano en los Juegos de Río, donde el equipo fue quinto tras una derrota muy ajustada contra Serbia en cuartos. Pero en Cluj se verá a una Croacia extraña y con importantes ausencias, un equipo que debería superar un grupo sencillo pero que no lo tendrá nada fácil a partir de ahí. Ante Tomic ha desaparecido de la selección (ya no estuvo en Río) y tampoco estarán Bilan, Stipcevic, Rudez y dos jugadores que podrían ser fundamentales y que prefieren centrarse en preparar la próxima temporada NBA, uno porque aterriza (Zizic) y otro porque no termina de hacerlo (Hezonja). Simon, Bogdanovic y Saric garantizan el talento y si el equipo juega duro, como en Río, dará la cara sin duda y pueden dar alguna sorpresa.