Israel: un clásico que quiere ser competitivo en casa
Un rival siempre incómodo pero sin relevo generacional. Están los Mekel, Ohayon, Halperin, Eliyahu... y Omri Casspi, alero de los Warriors.
Durante años un rival siempre incómodo, por estilo y carácter competitivo, el baloncesto israelí no ha tenido relevo generacional y sigue basado en una selección cuyas principales nombres son conocidos por todos los aficionados: Gal Mekel, Yogev Ohayon, Yotam Halperin, Lior Eliyahu… y Omri Casspi, el único NBA pero un aspirante a tener un anilló de campeón dentro de un año ya que va a jugar en el campeón, Golden State Warriors. Ahora, el objetivo es competir en su casa (el grupo B se juega en Tel Aviv) y tratar de mejorar el décimo puesto del Eurobasket 2015. No lo tendrá fácil, aunque su grupo, muy accesible, le deja abiertas vías para pensar en meterse en los cruces. Desde 1957, Israel solo ha faltado a dos ediciones del Eurobasket (1989 y 1991) pero desde 1983 siempre ha estado fuera de los seis primeros. Romper ese techo, que pasaría por superar los cuartos, parece un objetivo demasiado ambicioso a priori para un equipo con pocos jóvenes de peso, una base muy fuerte de jugadores de su competición nacional y un técnico que es un clásico en su país, Erez Eldestein.