Italia jugó muy bien en el Eurobasket 2015 (ganó en un gran partido a España en la primera fase), arrasó a Israel en octavos pero cayó en cuartos contra esa Lituania que siempre acaba llegando más lejos de lo que la mayoría espera. Ahora, con Ettore Messina a los mandos, era un bloque lleno de talento con muchas opciones de aspirar a medalla. Pero el panorama se ha ensombrecido. Por la caída en picado de Bargnani y Gentile, que no estarán, y sobre todo por la pérdida de papeles de Danilo Gallinari. Il Gallo, el mejor jugador del equipo y una de las grandes estrellas del torneo, lo verá por televisión porque le dio un puñetazo en un amistoso a un jugador de Holanda y se rompió un dedo. Messina cargó con mucha dureza contra él, frustrado como todo un equipo con las expectativas rebajadas pero con puntos y magia para complicar a cualquier en un día inspirado: Belinelli, Datome, Melli (que ha fichado por el campeón de Europa, Fenerbahçe). Con Gallinari, Italia apuntaba a hueso duro de roer de verdad. Ahora habrá que ver cómo funciona el equipo (esta vez menos bella Italia) y cuánto puede exprimirlo Messina, que no seguirá en la selección después de este torneo.
El público español recordará todavía los 27 puntos, a base de triples imposibles, que descerrajó sobre la Selección en la fase de grupos del Eurobasket 2015. Belinelli es un anotador lujoso, con un toque de talento ingobernable, que funciona en Italia como perfecto escudero de Gallinari. Sin este, tiene que tirar del carro. Lleva una década en la NBA.
