La trayectoria de la Selección femenina en los últimos años ha sido envidiable: campeona europea en 2013, subcampeona mundial un año después en Turquía, bronce continental en 2015 y plata olímpica el pasado verano.
España es favorita en el Eurobasket de la República Checa (16-25 de junio). Así lo dicen, al menos, las casas de apuestas. La trayectoria de la Selección femenina en los últimos años ha sido envidiable: campeona europea en 2013, subcampeona mundial un año después en Turquía, bronce continental en 2015 y plata olímpica el pasado verano. Cuatro medallas consecutivas y diez en lo que llevamos de siglo para un equipo que sólo tiene un tachón en su trayectoria: el Europeo de 2011, donde aspiraban al oro y se despidieron en la segunda fase con las manos vacías y sin plaza para los Juegos de Londres.
Lucas Mondelo insiste en que el éxito de España es que “es más un equipo que una selección”. En la pintura regresa Sancho Lyttle, que se perdió los dos últimos veranos (el Eurobasket de Hungría porque su franquicia de la WNBA no le dio permiso y los Juegos de Río por lesión) y debuta Bea Sánchez, que ha dejado fuera de las doce a toda una veterana como Luci Pascua. Por fuera, el arsenal de siempre: Alba Torrens, Marta Xargay, Silvia Domínguez, Leti Romero… y otra apuesta de Mondelo, la jovencísima María Conde, que una semanas después será también la líder de la Selección Sub-20.
Será un campeonato más corto: nueve días en los que se disputará una fase de grupos (España se mide a Hungría, Ucrania y la República Checa) y los cruces (octavos, cuartos, semifinales y la final del domingo 25). Los primeros de cada grupo pasan directamente a cuartos, mientras que los segundos y terceros deberán ganarse su billete a esta fase en un partido previo.