Paliza del Baskonia al Barcelona y pañuelos y pitos en el Palau

La fuerte pitada y los muchos pañuelos blancos de los aficionados del Palau Blaugrana contra Bartzokas y su equipo, fue el triste epílogo del encuentro de Euroliga frente al Baskonia, que paso por encima a los barcelonistas (79-93). Los culé han sufrido la cuarta derrota en su feudo (y quinta en las últimas cinco jornadas) y han dicho materialmente adiós a sus opciones de estar en el playoff de cuartos de final.

Y no hay lesiones ni excusas que justifiquen el desastroso encuentro, porque también el Baskonia de Sito Alonso tiene lesionados (Shengelia) y, además, venía de sufrir tres derrotas consecutivas: las dos últimas contundentes. Pero esta viernes ha sido un verdadero equipo, algo que no ha logrado el Barcelona. Ni con 30 faltas en contra, el Baskonia ha bajado el ritmo hasta el último cuarto ante un Barcelona que ha sufrido 18 pérdidas de balón (por 5 recuperaciones) y solo llegó al 28 por ciento en tiros de dos (8 de 29).

Basta decir que a 11 minutos para el final el marcador señalaba 55-80 para los visitantes y Bartzokas no encontraba ninguna solución a un desastre absoluto.

Estaba claro que los dos equipos se conocen perfectamente y era difícil que alguno pudiera sorprender al otro, pero Alonso se guardó a sus 'torres', colocando a Diop sobre Tomic, Hanga sobre Navarro y Larkin con Rice.

Los de Bartzokas empezaron bien con un triple de Doellman, pero Hanga y Larkin causaban estragos en la defensa local y después del noveno punto del base vitoriano, el marcador señalaba un claro 9-16 (min. 7). Además, Alonso había dado entrada a Rodrigue Beaubois para descargar a su compañero en la línea de bases, pero las faltas comenzaron a pesar sobre los visitantes.

Las dos 'torres' del Baskonia, el alemán Voitgmann y el italiano Bargnani, entraban en juego, pero los azulgrana iban recortando a base de tiros libres, empatando con un triple de Rice (16-16, min. 8), olbigando a Alonso a pedir tiempo. El choque se equilibraba y una canasta de Faverani cerraba el cuarto.

Doellman, que había anotado diez puntos en el primer cuarto, se iba a quedar en blanco en el segundo y el Baskonia seguía presionado a Rice. Aún así, los de Bartzokas respiraban (27-24, min. 12), pero los visitantes volvían a la carga y solo una personal, una técnica a Bargnani y un triple de Vezenkov, el mejor en este segundo periodo, mantenían arriba a los catalanes (33-32).

Larkin volvía a la carga con seis puntos seguidos (33-40, min. 17) aunque, de nuevo, las faltas castigaban a los de Alonso. Siete puntos seguidos de Vezenkov empataban la contienda (40-40. min. 18). Tiempo muerto visitante, 'pajara' del Barcelona y parcial de 3-13 que cerraba un triple de Hanga al descanso (43-53).

El Barcelona había perdido seis balones en ese segundo cuarto y encajado 32 puntos. El Baskonia, aunque ya había cometido 15 faltas (por ocho del Barça), se mostraba más sólido en defensa y a los de Bartzokas solo les quedaba una reacción desesperada.

Pero era el Baskonia el que pegaba de nuevo y seis puntos seguidos del alero Chase Budinger daban una nueva máxima diferencia (43-60, min. 22) después de una técnica a Bartzokas. Rice y Faverani hicieron reaccionar al Barcelona (50-63, min. 24) y, además, el Baskonia entraba de nuevo en 'bonus'.

Los catalanes seguían erráticos sobre la pista y Budinger, letal en este cuarto (11 puntos), junto a Voigtmann, ampliaban la renta visitante (53-74, min. 27) y en las gradas del Palau aparecían los primeros pitos contra Bartzokas al pedir tiempo muerto. Además, iría aumentando a medida que transcurrían los minutos.

Dos tiros libres transformados por Kim Tillie, daban la máxima ventaja a los alaveses (55-80), min. 29) y sólo un triple de Eriksson, que volvió a jugar tras muchos partidos sin hacerlo, cerraba el cuarto (63-83). En dos periodos, el Barcelona había encajado 62 puntos, uno menos de los que él había anotado en tres. Así, es muy difícil ganar partidos.

Sito Alonso había tenido la habilidad de apoyar a su 'cerebro' Shane Larkin, con relevos entre Rodrigue Beaubois y Nico Laprovittola, lo que desgastó a Rice e impidió al Barcelona tener el ritmo del encuentro en ningún momento.

Ningún jugador del cinco inicial azulgrana jugó en este cuarto final. Era la cuarta derrota en el Palau en Euroliga y el final de la paciencia de la afición.