El Barcelona, aunque mermado de efectivos, sigue en su progresión positiva y con jugadores transformados: como Oleson, ahora pasador, y Koponen, ahora tirador letal. Todos en torno a Rice sumaron una nueva y valiosa victoria (92-86) ante un Zalgiris que nunca ha hincado la rodilla.

Jasikevicius colocó a Seibutis, relevado con Westermann,como marcador implacable de Rice y el base azulgrana los volvió locos, forzando diez faltas, anotando 20 puntos (11 de 12 tiros libres). Westermann, con una media de 13,8 puntos por partido, se quedó en solo dos. Afortunadamente para el Zalgiris el pívot Brock Motum dobló su efectividad con 26 puntos. Augusto Lima estuvo a buen nivel (7 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias).

Frente a eso el Barcelona volvió a ser un equipo coral, aprovechando los recursos de que dispone. Koponen sumó 16 puntos, Vezenkov, 12 y Eriksson, 11. Su aportación, con 9 puntos y 10 rebotes de Dorsey y 10 y 6 de Tomic, fue clave para el desenlace final.

Georgios Bartzokas sigue sobreviviendo con su equipo. Con cinco hombres en el dique seco es complicado efectuar rotaciones y aplica la dosificación de efectivos. Ante el Zalgiris, con Jasikevicis efectuando constantes rotaciones para desgastar al rival, su equipo no estuvo cómodo y los ataques largos llevaron a una primera mitad sin garra con pocos puntos y sin nadie que diera un paso adelante.

El Zalgiris empezó mal (6-0, minuto 4) y el Barcelona jugaba por impulsos, sin juego interior y con Tomic al banco por dos faltas (minuto 8). Rice estuvo 'secado' por Seibutis, pero tampoco su par rival, Leo Westerman estaba fino. Aunque dos tiros libres de Dorsey abrieron una ligera brecha (14-8, minuto 8), el final del cuarto fue elocuente (16-12) sobre el pobre juego visto.

Bartzokas dejaba a Rice en el banco en el segundo cuarto, solo saldría en el último minuto, que se abría con un triple de Vezenkov (19-12), pero fue un espejismo porque los lituanos cargaron el rebote ofensivo y el pívot australiano Brock Motum se convertía en una pesadilla con nueve puntos en este cuarto. De manera sorprendente, los de Jasikevicius se avanzaban en el marcador (33-35, minuto 19).

En ese momento en el que el debutante Jonathan Holmes, con seis minutos en pista y presencia casi testimonial cometía su tercera falta, pero un triple de Oleson cerraba el choque al descanso con mínima ventaja local (36-35). Rice y Tomic volvían tras el descanso y Eriksson relevaba a Perperoglou con molestias. El choque se equilibraba y el Barcelona respondía con triples de Vezenkov y Eriksson, pero dos triples de Kevin Pangos y acciones interiores de Augusto Lima y el omnipresente Motum daban la vuelta al marcador (48-52, minuto 25).

Bartzokas paraba el partido y otro triple de Eriksson iniciaba un parcial de 7-0 (55-42, minuto 27), seguido de tiros libres de Rice y una canasta de Oleson devolvían la máxima ventaja a los azulgrana (61-54, m.28). El parcial fue de 13-2 en cinco minutos.

Un triple desde medio campo de Lekavicius cerraba el tercer cuarto con un corto 64-59 que aún no decidía nada. Rice, ahora marcado por Westermann, se cargaba a su equipo a la espalda y aumentaba el ritmo de juego y Koponen le apoyaba de manera efectiva para dejar el marcador en 78-68 (minuto 35) tras una canasta de Dorsey.

Seibutis volvía a la marca sobre Rice y Jasikevicius se veía obligado a pedir tiempo y ordenar más profundidad. Esto dio alas a su equipo para colocarse en 80-77 a 2:25 para el final del choque. Y Rice desequilibraba de nuevo con un triple (85-79) con solo 1:55 en juego. Una falta en ataque inexistente de Kavaliauskas acababa con falta sobre Dorsey con un tiro libre anotado, pero el mismo Dorsey cometía falta sobre el pívot lituano que anotaba dos tiros libres (86-83) a 49 segundos para el final. El Zalgiris no tiraba la toalla y un triple de Ulanovas apretaba más el marcador (88-86) a 26 segundos, pero dos tiros libres de Rice y dos más de Dorsey sentenciaban el encuentro (92-86).