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RÍO 2016 | AUSTRALIA 61 - SERBIA 87

Serbia a la final; Australia, rival por el bronce de España

Australia, humillada (61-87), hizo 14 puntos en la primera parte. Teodosic y una defensa de libro llevan a los de Djordjevic a la final.

Río de Janeiro
Andrew Bogut y David Andersen, con caras largas en el banquillo.
Andrew Bogut y David Andersen, con caras largas en el banquillo.AFP

Final Serbia vs USA en vivo online

Aleksandar Djordjevic celebra el triunfo.
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Aleksandar Djordjevic celebra el triunfo.AFP

A las órdenes de Sasha Sasha Djordjevic , base que marcó época y, por lo que se ve, entrenador del mismo talento, Serbia volvió a ganar el Mundial de los otros y se aseguró la medalla de plata en los Juegos de Río. En la segunda semifinal arrasó a una Australia desconocida (61-87). El rival de España por el bronce este domingo (16:30 hora española), que venía de ser la sensación de torneo, se quedó sin respuestas ante el plan defensivo de los serbios, que se lo pasaron en grande, como si el partido fuera cualquier cosa. Finalista en el Mundial de España en 2014, y pese a las ausencias de Marjanovic y Bjielica, Serbia, que se medirá este domingo a Estados Unidos (20:45) juega con una tremenda pasión y parece haber encontrado una generación que reverdece laureles. Su primera parte en defensa fue de manual, con los jugadores iluminados y una actividad imponente. Australia estuvo desbordada. Perdió balones, fue arrasada en el rebote y nunca tuvo tiros fáciles (14-35).

En ataque, el plan de partido fue ejecutado con precisión por un maestro, Milos Teodosic. Es una delicia ver al base de Valjevo cuando está centrado. Su baloncesto es una fuente de inspiración. Dio un clínic de fundamentos y estuvo acompañado por el otro director de orquesta, Stefan Markovic. El partido fue un suplicio para Australia, que pareció no entender qué estaba pasando. Cinco puntos en el primer cuarto, nueve en el segundo… Los boomers se desconectaron del partido. Raduljca y Macvan le quitaron los rebotes a Bogut, Dellavedova y Mills no supieron leer a Teodosic y Markovic. Los australianos fueron humillados sin contemplaciones ante un equipo que ha vuelto a despertar a los serbios de sus asientos como no se veía desde 2002 cuando, aún como Yugoslavia, ganó el Mundial de Indianápolis después de dejar en la cuneta a Estados Unidos. Dos años después de la final de Madrid y apenas unos días más de estar a un triple de forzarle una prórroga en la primera fase, se vuelve a citar con Estados Unidos. De momento, ya ha conseguido algo. Su gran partido, su homenaje de baloncesto, le valió para ganarse el cariño de la afición del Carioca Arena, que coreó sus jugadas y lo apadrinó para la final del domingo. A este nivel, hay final.