Un 0-16 eleva al Bilbao a la séptima plaza en Badalona
El juego interior dominó al Joventut, que careció de capacidad de reacción cuando le llegó el aluvión. Gran homenaje a Raúl López en el lugar en donde empezó la magia
Un parcial de 0-16 en el inicio del último cuarto decantó un partido que se movía por el terreno de la igualdad en el Olímpic. Un huracán barrió a la Penya. Jugadas de tres puntos, a través del formato de dos más uno o de una forma más directa desde el arco del triple, elevaron al Bilbao, que anunciaba el viernes un extenso parte de dudas y posibles ausencias, pero al final la cosa no fue para tanto. El triunfo, unido a la derrota del Fuenla, le sitúa séptimo, empatado con Unicaja, sexto, aunque éste tiene un partido menos. Por fin una victoria fuera, tres meses después (la última fue en Manresa).
Raúl López encontró la despedida a la altura de su figura. El genio fue ovacionado donde encontró sus primeros trucos de magia. No es el caso de Suárez, un jugador marginal en este final de curso por su escasa energía. Del empate a 61 y el posterior, entre cuartos, a 64, se pasó a un claro 64-80. Empezó Ruoff abriendo la lata y luego llegó la catarata: Begic en un aro pasado contra Rakovic, que hizo la falta del pardillo; un triple de Hervelle; más tarde otro del escolta norteamericano; una canasta lejana de Mumbrú; y para completar la escabechina, mate del techo esloveno. Con tales heridas de guerra, fue imposible para el Joventut reponerse.
Con la llegada de Marko Todorovic, el Dominion ha enriquecido su juego: ya no lo basa todo en la suerte del triple. 42 puntos entre los grandes para cargar la catapulta. Ahora genera desde dentro, crea espacios y facilita la tarea de los exteriores. Si Hervelle está bien, el equipo se siente invencible, y ahora lo está, vaya que sí. Sus números son gloriosos: 20 de valoración, 10 puntos casi sin fallo y con un 2/3 en triples, siete rebotes, dos asistencias y dos recuperaciones. Mumbrú va de su mano y sumó 20 punos, pero los 41 puntos de Adamas con Baskonia en Fuenlabrada le cierran la primera posición en la tabla de anotadores de la ACB.
La derrota deja a los verdinegros prácticamente sin opciones de estar entre los ocho primeros. Parece claro que los de Maldonado se han debilitado, que no es ese equipo fresco y alegre del año pasado, no están para grandes proezas en una segunda parte de campeonato para olvidar. Se hundieron en unos diez últimos minutos en los que solo anotaron nueve puntos, por 28 de su rival. Sus pésimos porcentajes en el tiro lo condenaron a una derrota frente a un rival que compensó su mal día en los triples con un acierto del 66% en los tiros de dos.
Mumbrú, como es habitual siempre que regresa a Badalona, respondió a los pitos de la afición con un partidazo. Aunque no afinó la mira telescópica, encontró su paraíso en la pintura. Eso sí, se consagró como cuarto máximo triplista de la Liga Endesa, igualando al mítico Raúl Pérez, con 770 canastas de tres puntos conseguidas. El cabecilla de los 'hombres de negro' necesitaba solo un acierto exterior para entrar llegar al Top4 y lo logró precisamente en Badalona, donde anotó 186 de los triples de su carrera. Fue en el último cuarto, a falta de poco más de cinco minutos para el bocinazo final, cuando encestó un triple que le deja con solo tres jugadores por delante en este ranking histórico: Perasovic (882), le queda a 112 de distancia y el líder, Herreros (1.233), parece inalcanzable. Uno es entrenador y otro dirigente, la vida que le espera al propio alero catalán.
El FIATC Joventut dominó con claridad en los primeros minutos por el gobierno del rebote defensivo, que le permitió correr. Los triples de Abalde y Vidal y el acierto de Suton y Miralles bajo el aro le permitieron irse en el marcador hasta los 14 de diferencia (21-7, minuto ocho). Tuvo una mejor circulación de balón y parecían más empeñados, por tratarse del último tren para el playoff.
Las cosas cambiaron cuando Sito tiró de sus torres, ese valor añadido con la llegada de Todorovic y la recuperación de Begic. Con ambos llegó un 3-14 le permitió igualar el partido (24-22). El Joventut fue cediendo terreno a su rival ante el poco acierto de sus lanzadores, aunque consiguió mantenerse arriba en el marcador gracias a los puntos de Llovet y Suton. Una paciencia franciscana, pisando la puntura con sus dos torres y el mejor tres de espaldas de la Liga, permitió un 2-8 en el último minuto que llevó al Dominion a irse al descanso con un punto arriba (42-43). El Bilbao realizó un cambio defensivo y encontró la paciencia necesaria, porque ya se sabe que el Joventut está a un nivel altísimo el primer tramo de posesión y baja si le masticas mucho las jugadas.
Hervelle anestesió lo poco que quedaba coleando en la Penya, aunque un triple de Paul despertó a los locales que, de la mano de Llovet y Miralles volvieron a igualar el partido (57-57, minuto.28). Los verdinegros sufrían dentro de la zona ante el poderío de Marko Todorovic, pero respondían con garra para llegar al cuarto definitivo en igualdad. El Dominion elevó entonces su ritmo de juego de forma notable y finiquitó el partido. No tuvieron compasión los seis exverdinegros, incluyendo el técnico, que se fueron a los 19 puntos de ventaja a dos minutos para acabar.