ZALGIRIS 75 - REAL MADRID 90

El Madrid toma impulso en Kaunas con Nocioni demoledor

Mala primera parte y pletórica segunda. Nocioni terminó con 22 puntos y seis triples sin fallo. Grandes minutos de Ayón atrás, también de Sergio en la dirección.

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Nos decía Laso antes de viajar a Lituania que era absurdo ponerse ya a echar cuentas. Que a cinco jornadas del final cada equipo dependía aún de sí mismo y que las combinaciones eran infinitas. Pero, por supuesto, no le hicimos caso. Ya saben cómo son los entrenadores. Así que, una vez en la redacción, cogimos la clasificación y realizamos una simulación de lo que podía ocurrir de aquí al 8 de abril. Partido a partido, apostando por un ganador y con mente avizora en el basket-average. Acabamos sobre la bocina del Bamberg-Olympiacos, con el triple de Strelnieks. Evidentemente, no habíamos vaticinado otro exitazo del equipo alemán. Así que las cuentas fueron directas a la papelera.

Cambio de apuesta, dejamos a la lechera y su cuenco y pasamos al día a día. Y a la hora H, la que le marcaba al Madrid el reloj del Zalgirio Arena. Ser o no ser, si hay que ponerse dramáticos. Y fue ser, de momento, claro. Porque ya saben… estamos en el grupo de la muerte. Los blancos tomaron impulso en Kaunas hacia el playoff de cuartos. Un triunfo por delante del Khimki a cuatro jornadas del final y dos por encima del Olympiacos. En tiempo de debate sobre el futuro de las competiciones europeas, propondría jugar en bucle este grupo, sin tregua ni fatiga.

Éxito que tiene aún más valor tras la floja primera parte blanca. Mal atrás, permitiendo tiros liberados, muchos de media distancia; regular en el rebote defensivo y sin tacto cara al aro, más allá de algún triple sin oposición. Y más allá de otro bocinazo de Llull para cerrar la primera parte: rebote, contraataque y tiro de tres con el reloj casi a cero (+24 con él en cancha). Creo que ese lanzamiento le pone, si me lo permiten. Va descontando en silencio, en su cabecita (tres, dos, uno…), como hacía en Mahón cuando era un chaval.

El Zalgiris aparcaba la línea de tres para explotar el filón de la defensa madridista. Lanzaba de dos con un 60% de acierto: 16 de 27. En el minuto 15 mandaba con autoridad: 29-21. Ayón no era un factor, manos blandas para encestar. Se marchó al banquillo igual que Sergio Rodríguez, con patada al aire por la frustración. Mal parcial con el Chacho en pista. Pero siempre queda alguien para pilotar la nave, este vez fue el comandante KC Rivers (doce tantos en el segundo cuarto). Entre él y el Llullazo in extremis aplacaban al enemigo: 41-39. El Zalgiris había involucrado a todo el bloque, en sucesión participativa. Primero Ulanovas y Sajus, luego el bajito Randle y un renacido Vougioukas y siempre Jankunas; más tarde Vene y Vecvagars, que leían bien los espacios. Siete jugadores con cuatro o más puntos al descanso.

El paso por los vestuarios trajo revolcón en la conciencia defensiva. Puede que otro talante, pero sobre todo mejores ajustes que dejaron a oscuras al Zalgiris para cerrar el tercer parcial: 2-13 en cuatro minutos largos con un Ayón de fábula atrás (3 tapones y 2 robos), que había conectado antes con Reyes. Brotaba entonces el Chacho. Primavera en Lituania. De la patada al viento a su triple número 200 en la Euroliga. Se metió el timón en el bolsillo, ocho asistencias y control marcial de la batalla. Abrumador.

La victoria estaba ya en los carriles, aunque Vougioukas amenazara reacción. Nocioni la sofocó con una exhibición de garra y acierto que hubiera demolido a cualquiera. Cuatro triples en el último parcial, cinco en la segunda parte y seis sin fallo en total para 22 puntos. Más 7 rebotes y 2 tapones. El Chapu, vamos. Arruinó la enorme actuación de Jankunas (35 de valoración), otro veterano ilustre. Aunque menos ilustre y menos veterano (32 años). El Zalgiris se queda ya sin opciones, el Madrid, en cambio, las tiene todas. Pero siempre, con cuentas o sin ellas, final a final. Le aguardan ahora el Tourmalet, el Galibier y Alpe d’Huez. Barcelona, El Pireo y Vitoria. Etapa reina.