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BARCELONA LASSA - OLYMPIACOS

Papanikolaou: "¿Volver al Barcelona? Nunca se sabe..."

El alero griego 'debuta' este viernes en la Euroliga con el Olympiacos ante sus ex. "Era feliz con ambas opciones", comenta a AS sobre su regreso tras pasar por la NBA.
Barcelona-Maccabi

Kostas Papanikolaou.
JAVIER GANDULDIARIO AS

Este viernes, Kostas Papanikolaou volverá a disputar un partido de Euroliga por primera vez desde que en el verano de 2014 decidiese dar el salto a la NBA. Será un encuentro muy especial, con sentimientos encontrados para el alero. Visita Barcelona, la ciudad en la que recaló tras marchase del Olympiacos, club al que regresó este pasado enero tras renunciar el Barça a sus derechos en Europa. Aunque eso sí, si volviese a dejar a los del Pireo, los culés seguirían teniendo la primera palabra acerca de su futuro. Al poco de regresar, AS conversó con este jugador de 25 años que en 2013 fue nombrado Estrella Emergente (Rising Star) de la Euroliga.

—Bienvenido de nuevo a Europa. ¿Cómo se siente?

Kostas Papanikolaou.
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Kostas Papanikolaou.JAVIER GANDULDIARIO AS

—Sí, estoy de vuelta tras vivir una gran experiencia: vivir un año y medio como jugador de la NBA. Me llevo muchas cosas buenas, he mejorado, pero también he aprendido a controlarme a mí mismo en todo tipo de situaciones. Pero ahora estoy de regreso en un equipo en el que tuve mucho éxito. Estoy muy feliz. Tengo muchas ganas de poder debutar en la Euroliga. Espero hacer algo bueno y ayudar en todo lo posible al Olympiacos.

—Regresa a Barcelona. ¿Qué recuerda de su etapa como jugador allí?

—Fue una gran temporada. ¡Ganamos la ACB! Teníamos a unos cuantos grandes jugadores: Álex (Abrines), Juanqui (Navaro), Ante (Tomic), Víctor Sada estaba también entonces... ¡Ah! Y Marcelinho, me olvidaba de él. Éramos un gran grupo de amigos. El entrenador Pascual es un hombre con mucho talento y muy inteligente, además de una gran persona con la que poder trabajar. Me encantó aquella experiencia. Conservo amigos con los que mantengo el contacto.

—¿Cómo quiénes?

—Como algunos fisios, he hablado varias veces con Álex, Tomic... Coincidí con Marcelinho en la NBA. Esas relaciones que construyes a través del baloncesto son algo muy bueno. Además, Barcelona es una ciudad preciosa. Y muy limpia. La gente allí es muy hospitalaria, te ayudaba en todo.

—Antes de recalar en el Olympiacos. ¿Pensó en volver al Barça? ¿Cuál fue su primera opción?

—Era una decisión que le correspondía tomar al Barcelona. Dependía de lo que ellos quisieran hacer. Como profesional que soy, tanto el Olympiacos y el Barcelona fueron etapas muy importante en mi carrera. Vale, puede que el Olympiacos lo fuera algo más, pero en Barcelona disfruté mucho: allí viví mi primera experiencia fuera de Grecia. Sinceramente, prefería no pensar en lo que yo quería, pero tenía ganas de saber qué iba a ocurrir. Era feliz con ambas opciones. Es bueno estar de vuelta en Grecia, en casa, pero cuando estuve en Barcelona también sentí que estaba en mi hogar. No quería verme en la situación de elegir adónde ir.

—Además, el Barcelona se guarda sus derechos en Europa en caso de que abandone el Olympiacos.

—Nunca se sabe, nunca se sabe... (Ríe).

—¿No es una decepción haber regresado tan pronto de la NBA? ¿Usted lo ve así?

—No. Tomé la oportunidad de ir a la NBA. No funcionó, pero la vida es así. Ahora estoy aquí, pero nunca sabes: quizá pueda regresar en un futuro a lo largo de los próximo años. Sigo siendo joven y esa posibilidad siempre va a estar allí.

—Ha dicho que "no es el momento de hablar, sino de actuar"...

—En efecto. Estamos a mitad de temporada y, como todo el mundo sabe, el grupo de Euroliga en el que estamos es uno de los más duros que nunca ha habido en la historia de la competición. Cada partido va a ser como una final. Los equipos más duros mentalmente sobrevivirán, serán los que pasen a cuartos de final. Así que no es el momento de hablar sobre lo que puedo o no puedo hacer para ayudar al equipo, sino que me toca hacer un esfuerzo extra por mis compañeros, que están trabajando desde el arranque del curso. Me toca ponerme al día con ellos. Tengo que trabajar, aprender los sistemas, familiarizarme con su manera de jugar... Hablando puedes decir lo que quieras, pero lo importante es lo que haces en la cancha.

—Usted formó de uno de los mejores, sino el mejor, Olympiacos de la historia: aquel que reinó en Europa en 2012 y 2013.

—Para nosotros fueron dos años de locos. Hicimos algo que muy equipos habían hecho antes en Europa. Eso muestra el carácter de este equipo, lo duro que trabajamos y el gran grupo que fuímos. El primer año la gente decía que tuvimos suerte. Pero cuando lo haces de nuevo al siguiente, demuestras que no es casualidad. Pero eso es cosa del pasado. Ahora buscamos escribir nuevas páginas en nuestro libro. Eso es lo importante, seguir delante.

—Le tengo que preguntar por Vassilis Spanoulis. ¿Cómo es compartir vestuario con él?

—Es un gran tipo, un trabajador excelente. Lo bueno de él es que no se fija sólo en sí mismo, sino que te ayuda. Cuando ve algo trata de hablar contigo y explicártelo. Para nosotros en una bendición tener a Spanoulis en el equipo. Y para los más jóvenes es como un profesor.

—En los últimos años, el Olympaicos se ha mostardo como uno de los clubes más exitosos de Europa. ¿Cuál es el secreto?

—No hay un secreto. Lo más importante es que la base del equipo permanece estable. El año pasado eran Vassilis, Printezis, Mantzaris... Sloukas ahora se ha ido, pero yo estoy de vuelta. A partir de ahí, tratamos de seguir trabajando e intentamos construir una buena química entre todos.

—Aunque parece mejorar muy poco a poco, Grecia atraviesa por una situación muy complicada. ¿Tienen en mente esto cuando juegan al baloncesto los jugadores helenos?

 —No es una presión extra, sino un honor para nosotros. Ser cpaaces de conseguir algo bueno y hacer feliz a la gente. Sobre todo en momentos como estos. Es algo muy bueno cuando te encuentras a alguien por la calle y se te acercan para darte las gracias. Ves que les haces reír y sonreír... Ese es el mayor logro que puedes conseguir.

—¿Pero hablan entre ustedes de ello y dicen de salir a ganar por su pueblo?

—Claro que lo queremos hacer. Pero no es una presión extra. Aquí en España pasa lo mismo. Vuestros jugadores quieren ganar por su gente. Pasa lo mismo en todas partes. Tú llevas la bandera de tu país en tu corazón y sales a hacerlo lo mejor que puedas.

—Hablando de selecciones. A grecia le ha tocado un grupo en el Preolímpico muy complicado.

Es un grupo muy complicado, pero si queires ir a los Juegos tienes que ganar a los mejores.

—En el pasado Eurobasket, la Selección de Scariolo les apeó en cuartos de final. ¿Qué recuerda de aquel partido?

—Lo que recuerda es que vosotros nos matásteis (rie). España jugó un partido muy duro y Pau Gasol estuvo increíble. No sólo contra nosotros, sino todo el torneo. Le tengo un enorme respeto. Lo que hizo a su edad, tras jugar un año completo en la NBA y seguir con la Selección a ese nivel... España mereció al 100% ganar ese Eurobasket. Habéis contruido vuestro propio legado en el baloncesto europeo. Todo el mundo lo sabe.

—¿Se podría comparar a esta España con lo que fueron la URSS o Yugslavia en su día?

—Puedes decirlo, aunque no soy una persona a la que me guste comparar a los equipos. Pero sí, todos entienden que España es un potencia en el baloncesto de selecciones.