Colom: "Me dejé la barba por el frío ruso y por pereza"

Menuda temporada está haciendo, ¿esperaba estar así?

Era una incógnita. Me iba a otro país, a una liga diferente y no sabía muy bien cómo me iba a adaptar. Pero cuando llegué y hablé con el entrenador (Evgeny Pashutin), vi que mi situación iba a ser bastante parecida a la España. La adaptación, además, fue muy rápida. Los compañeros y el cuerpo técnico me ayudaron mucho. Así que tuve la suerte de empezar la temporada muy bien y ahora toca seguir en esta línea.

Tuvo que ser una decisión difícil dejar España por Rusia.

La más dura de mi carrera deportiva. Había una opción muy buena de quedarme en Bilbao, donde estaba a gusto. Jugué muy bien y el club estaba interesado en mí y yo en quedarme, pero al final salió una oferta que para mí era irrechazable, en un club muy ambicioso. Estoy muy contento y el resultado ha sido muy bueno.

¿El proyecto deportivo del UNICS fue lo que más pesó para irse a Kazán?

El UNICS muestra mucho interés a principios de verano y cuando dan el paso, me presentan un equipo muy ambicioso que tienen como objetivo de jugar en la Euroliga la temporada que viene y ganar este año algún título. Tienen la idea de crecer y encajaba en el perfil que querían. Fue una decisión dura, pero también acertada.

Debe ser dura la estancia en un lugar donde se baja, por mucho, de los cero grados en invierno.

Hemos llegado a estar a -20 grados y con mucha nieve. En tu tiempo libre vas a centros comerciales y restaurantes porque por la calle mucho no vas. No se puede estar más de cinco minutos. Lo bueno, es que hemos hecho un gran grupo de compañeros y eso me ha ayudado a adaptarme. Además, ya jugué con Banic y Latavious Williams y eso me ha facilitado hacerlo un poco más rápido. Es otro estilo de vida, pero entrenamos y viajamos mucho, así que no estamos mucho en Kazán.

Esos viajes, además, imagino que son de muchos kilómetros.

Eso es sin duda lo peor. Tenemos viajes muy, muy largos, con muchas escalas. Es verdad que perdemos algunos entrenamientos pero estamos habituados a la situación y, al final, te acostumbras.

Tiene algún sistema especial para recuperarse de esos trayectos.

Dormir muchísimo. Todo lo que pueda: en el avión, en casa... Me está dando buen resultado así que seguiré así. Además, el preparador físico y el médico trabajan muy bien para que nos recuperemos.

¿Cómo es Kazán?

Es una ciudad bastante europeizada. Han puesto ahora la universidad y ha habido un par de eventos importantes como el Mundial de natación. Es una ciudad bonita, que me ha sorprendido, y bastante parecida a las de España, aunque con menos vida en la calle y más en los centros comerciales. El problema es que hay muchas cosas en ruso y no puedo aprovecharlas.

¿Qué tal lleva el idioma?

Lo más complicado de aquí son primero los viajes y luego el idioma. Con el inglés, más o menos, me estoy defendiendo, aunque no soy un hacha. El 90% de la gente de aquí no lo habla, así que me comunico mucho por gestos y estoy amortizando mejor que nadie el Google Translate, lo llevó por todos lados. Si me quedara más años aquí, quizá trataría de aprender más el ruso. Pero es muy complicado. Prácticamente no sé leerlo y es muy difícil aprender algo, aunque me voy enterando de cositas poco a poco.

Me imagino que algún insulto ya sabrá...

(Ríe) Lo malo siempre es lo primero que se aprende.

Volviendo al baloncesto, usted es el mejor asistente de la Eurocopa y el cuarto de la VTB, ¿cuál es el secreto?

Lo primero de todo, rodearse de jugadores que sean tan buenos como mis compañeros. Luego buscar siempre la mejor opción, estar atento para ver las ventajas y que el juego y el estilo del equipo vayan contigo. El entrenador me ha dado mucha libertad. Tengo el balón mucho rato en las manos y eso me permite dar más asistencias. Estoy muy contento por ello y mis compañeros también.

Habla de confianza, ¿es la clave para su buen momento?

Está clarísimo. Es algo que ya demostré. A cualquier jugador le va bien. Tengo un entrenador que no me castiga excesivamente los fallos y así al final cometo menos errores. Eso lo aprovechamos tanto el equipo como yo. Hay que seguir así, con confianza siempre.

Uno de sus grandes momentos fue el triple-doble que hizo frente al Buducnost con 15 puntos, 11 rebotes y 13 asistencias (38 de valoración).

La verdad es que sí. Era un partido en el que nos jugábamos clasificarnos para el Last-32 y, poco a poco, me salió un buen partido. Me llegaron balones para las asistencias y los rebotes, que era lo más difícil para mí. Al final conseguí una cosa muy complicada.

¿Qué pensó cuando logró una hazaña que sólo se había logrado ocho veces en la Eurocopa?

Dos o tres compañeros del equipo vinieron al final del partido y me lo dijeron, nos reímos un rato porque ya habían bromeado con que podía hacerlo, también mi hermano me lo había dicho, porque me había acercado tres veces. Al final, contento porque no es fácil de hacer y por la victoria. Fue algo anecdótico.

¿Iba dándose cuenta durante el partido?

No, no. Nosotros no tenemos un marcador como el de la NBA, en el que te va marcando todo. Sabía que asistencias había dado muchas y luego puntos sí que lo veía, pero rebotes imaginaba que era algo difícil. Pero cuando vi al banquillo tan contento y chillándome ya me imagine que era por algo así.

¿Invitó a algo?

Aquí son más sositos. En España tendría que haber pagado algo, aquí sólo te felicitan.

Sus buenos números, además, los está logrando con Langford al lado, un jugador que acapara mucho balón

Algunos decían que no podíamos jugar juntos. Al final nos hemos entendido muy bien y nos sentimos muy cómodos el uno al lado del otro. Es un jugador que tiene mucho la bola, pero que también absorbe mucha defensa y eso nos da más espacio y libertad al resto. Para mí es uno de los mejores anotadores de Europa.

¿Cómo ve la opción de llevarse un título?

Los veo difícil, pero lo estamos haciendo bien. Seguimos los pasos que el club había marcado al principio.

En esa carrera por los títulos, podría enfrentarse con el Valencia en la Eurocopa, ¿cómo vio su récord?

Algo espectacular. Si hay es difícil hacer 14 victorias seguidas como llevamos nosotros que nos parece una animalada, lo que consiguieron ellos, en una liga tan competitiva como la ACB, pues se merecen todos los halagos posibles. Llevan una buena dinámica, pero deben seguir trabajando porque lo importante es al final.

Sería un sueño ir a los Juegos de Río de Janeiro con la Selección, me imagino.

Sería algo muy bonito. A todo el mundo le gustaría ir con la Selección, pero es muy difícil porque es uno de los mejores equipos que hay y es muy difícil entrar. Este año estoy haciendo todo lo que puedo para intentar estar en la lista. Hay que seguir trabajando al máximo. Voy a hacer todo lo que pueda y luego ya veremos si puedo entrar o no.

¿Ha hablado con Scariolo?

No.

La próxima temporada se incluirá en el calendario las llamadas Ventanas FIBA de selecciones.

No lo sabía. Es algo que en fútbol funciona, pero se tendrían que alargar mucho las ligas. No sé muy bien como lo quieren hacer, tendría que saber exactamente el formato para poder opinar. Pero creo que el baloncesto ahora tiene algo especial con el Eurobasket, por ejemplo, que se juntan todas las selecciones en una época determinada y es muy bonito de ver... no sé cómo quedarían la verdad.

Cambio de país, cambio de look. ¿Cómo decidió dejarse la barba?

Por el frío y porque me daba un poco de pereza siempre afeitarme. Mi novia se quejaba cuando estaba medio sin afeitar y al final decidí dejármele. Me ha ido bien, la gente me ha dicho que le gustaba y se ha quedado así. Estoy contento.