El Olympiacos ganó el choque de los mil fallos y los porcentajes paupérrimos. Es complicado ver tantos errores, pérdidas y tiros malogrados. El Baskonia tuvo varias ocasiones para remontar el compromiso pero, en los momentos clave, sus jugadores lanzaron fatal mediatizados por la intensa defensa helena.

Los del Pireo se presentaron en el partido sin Young, Lojeski, Printezis y Milutinov, todos ellos lesionados de mayor o menor gravedad. Spanoulis, sin embargo partió en el quinteto inicial a pesar de sus problemas musculares. Y marcó estilo desde la primera posesión. Pero, a falta de 8 minutos para terminar el compromiso, se marchó a los vestuarios cojeando.

Los griegos comenzaron con mucho gas (12-1, min. 4) apretando en defensa y con un Mantzaris muy inspirado en ataque. La entrada de Bourousis fue dando tensión a su equipo y las cosas mejoraron para los de Perasovic, que llegaron al final del primer cuarto con un pírrico 12 a 6.

Blazic acercó a los vascos (23-19, min. 16) gracias a su intensidad en defensa y a su efectividad ofensiva. Pero Hunter y sus compañeros firmaron un parcial final de 13 a 3 dejando en evidencia a Baskonia en el poste bajo. Los vitorianos llevaban al descanso un 9 de 30 en tiros de campo (8 de 22 de 2; y 1 de 8 en triples). Cinco jugadores estaban en valoración negativa.

En el tercer cuarto, Laboral Kutxa continuó muy fallón, errando canastas fáciles debajo del aro y realizando series muy pobres desde el tiro libre (Hanga falló tres seguidos). Menos mal que Olympiacos tampoco tenía su noche. Al final del tercer periodo, los números eran de minibasket (46-39).

La salida de Spanoulis del partido propició el acercamiento baskonista (49-46, min. 33) gracias al dominio en el rebote defensivo y el acierto de Adams. Pero estaba escrito que, con tantos fallos, era imposible ganar. A Olympiacos le entraron un par de triples en los últimos minutos y liquidó el partido dejando el average particular igualado.