Yannick Noah metió cizaña con su famosa “poción mágica”

No es la primera vez que el periódico Le Monde publica una pieza que arremete contra la integridad del deporte español. “Hoy en día, el deporte es como Asterix y Obelix en los Juegos Olímpicos, y ellos han caído en la marmita. Los suertudos”, escribía Yannick Noah, recién nombrado capitán de Francia en la Copa Davis, en noviembre de 2011. En aquel artículo (“La poción mágica”), el extenista apuntaba directamente a Alberto Contador (bistec incluido), a las selecciones de fútbol y baloncesto y también al tenis. Acusaciones fundadas en el hecho de que España reinaba en el deporte mundial. “Corren más rápido que nosotros, son mucho más fuertes y solo nos dejan unas migajas”, decía por aquel entonces Noah. “¿Qué ha podido pasar que no hayamos percibido?”, se preguntaba.

Su mensaje, directo al corazón de un país que vibraba con los múltiples éxitos de sus mejores deportistas, tenía un final tan inesperado como curioso: “Hay que respetar la presunción de inocencia, pero no ser pardillos. La mejor actitud a adoptar es aceptar el dopaje. Y así todo el mundo tendrá la poción mágica”. Noah, que empezaba su artículo criticando el supuesto dopaje del deporte español, terminaba explicando que la mejor manera de combatirlo era asumirlo, una postura un tanto difícil de sostener. Y la del extenista no fue la única acusación a la que hubo que hacer frente en aquellos años: aún se recuerdan los sketches de los guiñoles de Canal+ Francia tras la sanción a Contador. Rafael Nadal­, Iker Casillas y el propio Pau Gasol (la diana de 2015) fueron víctimas del mal gusto.