Serbia dio el segundo golpe de efecto en este Eurobasket. Si ayer fue España (dominadora del baloncesto europeo en los últimos años), hoy Alemania (anfitriona) fue la víctima de unos balcánicos que vuelan sin barreras hacia la siguiente ronda. No fue un partido fácil, ni bonito en su segunda parte, pero sirvió para demostrar que el subcampeonato del Mundo del pasado verano, no fue un espejismo. El equipo de Djordjevic ha resucitado de sus cenizas tras años de penar en búsqueda de una nueva identidad en el baloncesto nacional serbio tras la desfragmentación continúa y prolongada de la antigua Yugoslavia y de los diferentes países surgidos de esa descomposición.

Los crveni de Serbia ganaron a Alemania por el simple motivo de que su arsenal es casi ilimitado. 10 de sus 12 jugadores anotaron, pero sólo uno superó la decena de puntos. El afortunado fue Nemanja Bjelica. Verdugo de España en la primera jornada, el NBA alcanzó 12 tantos, pero dos de ellos fueron los que acabaron con una inconsciente Alemania, incapaz de reconocer la superioridad balcánica. Dos tantos ejecutados a falta de 0,9 décimas, después de una jugada de pizarra del profe Sasha y magistralmente desarrollada por los suyos. Bjelica se deshizo de King y sólo Pleiss (buen partido del ex del Barça con 15 puntos y 7 rebotes) se interpuso ante él y la canasta. El resultado fue el esperado. Canasta sin posibilidad de reacción germana y victoria (68-66). Nada mal para sólo dos días de competición para el último MVP de la Euroliga.

"Siento que hay en mí bastante más madurez y seguridad: es normal con el paso de los años", comentó el exjugador del Fenerbahçe a AS después de sentenciar a España ayer. Su nivel en este torneo puede ser la diferencia entre que Serbia se cuelgue el oro o no, y al parecer tiene la intención de que la primera opción sea la ganadora. Y más si todo se tuerce como ante una anfitriona que sufre mucho, muchísimo, cuando no está su cinco ideal en pista.

Parecía el mundo al revés. Del 39% desde la línea de tres puntos ante España, a un sonrojante 13% (4/30) con un sangrante ¡0/9! de Milos Teodosic. El palo en las ruedas debía ser suficiente para que Nowitzki, Schroder (11) y compañía pusieran el dos en el casillero germano, pero el ala-pívot de los Mavericks, tras una primera mitad para enmarcar (12 tantos), no pudo continuar su asedio a Belgrado. Tres puntos más sólo en los últimos 20 minutos. Ocho fallos en nueve tiros. El dos contra uno funcionaba y la mira de su rifle se desvió. Unos centímetros. Pero suficientes para que el mejor europeo de la historia de la NBA no llenara de orgullo de nuevo a los suyos.