ANADOLU EFES 63 - REAL MADRID 76
El Madrid se levanta y jugará su tercera Final Four consecutiva
El equipo blanco perdía al descanso, pero reaccionó con una gran defensa en el tercer cuarto y sentenció al final de la mano de Llull, Reyes, Sergio y Rudy.
Dicen que la hechura del rival dignifica el éxito. Pues bien, el Anadolu Efes ha enaltecido la victoria del Real Madrid en esta serie (3-1) y en la durísima y última batalla de Estambul (63-76). A la Final Four, la tercera consecutiva. Tras años en el segundo e, incluso, tercer escalón continental, el Madrid ha vuelto a la élite para quedarse, al menos durante un tiempo.
Cuarta fase final en cinco años, en un camino emprendido por Messina y Molin y alargado y mejorado por Laso, siempre con Sánchez y Herreros en la dirección. Cuarta desde 2011, cuando los blancos habían llegado a contar 15 temporadas seguidas viéndola por televisión. Cuando en las 23 ediciones anteriores apenas apareció en la gran gala de clubes tres veces... y por Sabonis. Más mérito tiene aún el objetivo alcanzado porque se ha logrado bajo mucha presión, la de todos los dedos de aquí y de allá que le señalaban la obligación, la de jugar su Final Four, la que se celebrará en Madrid del 15 al 17 de mayo. A la vuelta de la esquina ya.
Para alcanzar este primer reto, que no la meta, ha liderado la primera fase y el Top-16, y le ha cortado las alas a un Efes en la rampa de despegue. Frente al que solo ha perdido un partido, tras triple de Janning en el último segundo, pero con el que ha ido a remolque muchos, muchos minutos.
De hecho, al descanso nos parecía una película repetida. Los turcos elegían de nuevo la música y el Real bailaba un pasito por detrás, desequilibrado. Con nula aportación en puntos de sus pívots (23 a 5) y sufriendo en la zona ante el poderío de Krstic (solo Slaughter le ganaba alguna vez la partida por anticipación) y la movilidad de Saric. Un alero en cuerpo de pívot, ¿o es al revés? Felipe Reyes aguantaba como podía. Problemas de faltas también. Y nueva victoria parcial del Efes en el cruce con el minuto 20: 39-33, como en los tres partidos anteriores. El Real ha salido en esta serie de los vestuarios acumulando una desventaja total de 24 puntos (-8, -8, -2 y -6). En el límite entre remar hasta la orilla o que la corriente te lleve.
No hubo deriva, sino un enjambre de brazos poderosos para poner a salvo la embarcación. Minutos de ensueño en defensa, con variantes, mientras Reyes aprovechaba la ausencia de Saric para percutir el aro. Su equipo necesitaba puntos dentro y el capitán se lanzó de cabeza a por ellos. Siete en un parcial de 0-9 que le devolvía la iniciativa. Ya no la soltaría. Puño cerrado de Reyes, y de Llull, Rudy, Rivers y Ayón en este tercer periodo.
Luego entrarían Nocioni y Sergio y el Efes haría la goma, seguía agarrado: del 42-49 al 49-51. Arrancaba el último cuarto e Ivkovic se encomendaba a Krstic (6 tantos casi seguidos). Cada canasta turca era un parto, culpen en parte a Slaughter, y el Madrid lanzaba demarrajes furibundos. El primero con Carroll, y luego con Rudy, Sergio y Llull. Y el definitivo, otra vez con Rudy. Clavó dos triplazos que vaciaron de entusiasmo el Abdi Ipekçi.
Mucho Madrid, tremenda defensa: ¡24 tantos encajados en la segunda parte! Forzó 18 pérdidas y solo cometió cuatro. Atrapó, por fin, 13 rebotes ofensivos y dispuso de 17 posesiones extra (descontados ya los tiros libres de menos que lanzó: 9 frente a 23). Una actividad atrás que derribó a un enemigo al límite de sus posibilidades. Concluyente parcial: 24-43. El Palacio aguarda a su equipo, también esperan Obradovic y el Fenerbahçe en semifinales. Y el CSKA. Pero el Madrid va a por el trofeo, ya conoce el camino: caer para ponerse en pie, volver para intentarlo de nuevo. Una y otra vez hasta triunfar. Esta vez ni siquiera es el primer favorito, pero eso es otra historia. Historias de la Final Four.