Zalgiris Kaunas 71 - Real Madrid 88

Rudy Fernández silencia Kaunas y el Madrid continúa líder

La defensa de Slaughter y el acierto del alero (11 puntos en el tercer cuarto) lanzaron a los blancos, que son más líderes tras la derrota del Maccabi ante el Alba.

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Puedes vencer al Barça, ganarle bien además, y una semana después echar por tierra lo logrado. Pasito atrás y vuelta a empezar. Eso debió correr por la cabeza de los jugadores del Madrid después de 19 minutos muy flojos atrás. Tan blanditos en intensidad, concentración y rebote que el Zalgiris se iba al descanso con 47 puntos cuando sólo en uno de los 17 partidos de esta Euroliga ha rebasado los 80. Tampoco lo logró esta vez porque apenas añadió 24 tantos en la reanudación (71-88).

El Madrid reaccionó bien y a tiempo. Ni siquiera necesitó de una charla motivadora de Laso en el vestuario, sino que el quinteto en pista encontró solito el camino. Se lo marcó Slaughter con un 0-6 en sólo 60 segundos que igualaba a 47 (desde ya el estadounidense tendrá pasaporte de Guinea Ecuatorial, por lo que jugará como comunitario en ACB por el acuerdo de Cotonou). Defensa y dos mates del americano para subirse al columpio de un salto y dejar colgado en las alturas al Zalgiris, que ya no supo bajar.

Hasta entonces era un duelo de anotación elevada, con porcentajes mareantes y con Felipe Reyes firmando 13 tantos en los primeros 7:54. Los lituanos cargaban el rebote ofensivo con gran éxito y encontraban situaciones de superioridad cerca del aro, también por despistes madridistas. Pero ese partido, el que se prolongó hasta el minuto 19, el que caía río abajo en busca de la catarata final, desapareció en la niebla. La de la defensa, la de Llull, la de KC Rivers ante un James Anderson que no rompió a jugar. No le dejaron.

El Madrid se puso así a salvo, dio valor doble al triunfo frente al Barça y Rudy Fernández aprovechó para silenciar Kaunas, un Zalgirio Arena que ama al baloncesto con la misma fuerza con la que grita al mallorquín. Esta vez hubo genuflexión ante el talento del alero. Una mano para todo —ya saben, la intendencia— y otra para sumar 11 puntos (tres triples) en el tercer cuarto. Y lo que pintaba negro, o verde si prefieren, se tiñó de blanco, blanquísimo: 60-72 y poco después 63-79 con Nocioni también muy enchufado, pero sin forzar.

El argentino fluía con las asistencias de sus compañeros (hasta 23). Tiritos y penetraciones de talento. Y a su lado, Slaughter dale que te pego. Un brazo aquí, otro allá, un tapón (puso 3) seguido de un robo… Crece el equipo con él, con su velocidad en las ayudas, con su trabajo constante. Los de Laso forzaron 15 pérdidas (10 recuperaciones) y sólo cometieron 6. Y anotaron 11 de sus 23 triples (47%). Se permitieron claudicar en el rebote (12 menos) y ceder 14 ofensivos.

Terminan líderes la primera vuelta del Top-16, más líderes tras la inopinada derrota del Maccabi frente al Alba. Ahora, si no fallan en el Palacio, aun perdiendo en sus salidas, el Barcelona sólo podría superarles ganando todos los  partidos que le quedan en esta fase, que son siete. Un colchón de los gordos en la pelea por una de las dos primeras plazas del grupo, por la ventaja de pista en cuartos.